~⚜~Mi amor, mi sultán~⚜~

Bölüm XI

Palacio de Topkapi
Estambul, 1605

Safiye: Y, donde está en este momento.
Bulbul aga: Se encuentra afuera de sus aposentos, mi sultana.
Safiye: Entonces déjala entrar, necesito verla en persona.
Bulbul aga: Si mi sultana... Háganla pasar.

Anastasia entró y vio a una mujer muy elegante sentada, supuso que ella era a la que todos llaman madre sultana safiye.

Anastasia: Regina Sofia di Venezia, per favore ti chiedo di lasciarmi tornare a casa mia.
Safiye: Anastasia es tu nombre... Desde ahora serás Mapheyker, por tu gran belleza.
Anastasia: Pero no quiero ser Mapheyker, yo ya tengo un nombre...
Safiye: Antes eras Anastasia, ahora serás Mapheyker. ¿Hay algún problema? ¿Acaso tu nombre cambiará quien eres?
Mapheyker: Siempre seré Anastasia...
Safiye: Pon atención, será mi primer consejo... Una mujer ejerce muchos títulos y roles en su vida, y es distinta en cada etapa... Primero es una niña, una mujer, una madre y si es inteligente y una devota súbdita de Allah, podrá ser sultana, lo importante es que actúes de acuerdo al rol que te toque interpretar, sé feliz hija... El futuro está delante de ti esperando, si sabes obedecer y eres leal, ese futuro será esplendoroso ¿Haz entendido?
Mapheyker: ¿Me va a enviar a mi casa?
Safiye: Aún tienes muchas cosas que aprender Mapheyker, primera lección, no retornarás a tu casa.

La joven Anastasia, ahora Mapheyker, había perdido todas las esperanzas de volver a su hogar, vió a la sultana Safiye salir pero sus palabras para seguir rogando ya no salían, ahora ese sería su nuevo hogar, y sabría que nunca más volvería a ver a su padre, madre y pequeña hermana.
Jenet kalfa, agarró a Mapheyker y la llevó al harem para comenzar con sus clases, antes de ser enviada al Sultán, fueron órdenes de la sultana madre.

Al llegar vio a muchas mujeres platicando, sentadas, comiendo y limpiando, junto a unos cuantos sirvientes.
Seguía reacia a permanecer al harem pero ya buscaría la forma de escapar de su destino, o es lo que ella pensaba. Una joven se le acercó y se presentó

-Mi nombre es Hatice - la joven le extendió la mano y le correspondió -. ¿Y el tuyo niña?

-Soy... Mapheyker, mucho gusto Hatice.

Las jóvenes empezaron a platicar y a contarse como habían llegado ahí y como era si vida antes de ser secuestradas.
Hasta que escucharon unas trompetas.

-¡Atención! ¡El Sultán Ahmed está aquí!

Mapheyker observó que todas se levantaron y se inclinaron pero ella no lo hizo, por más que Hatice le insistiera, esta se mostró reacia.... Por las grandes puertas que conectaba el harem se hizo presente el Sultán, acompañado de agas qué iban detrás de él, fue caminando observando al frente, y todas las criadas tenían la cabeza agachada, hasta que llegó a un espacio vacío, el cuál le correspondía a la joven insolente qué comía fruta y hacía como si nada.

-Tú, la que come fruta, ¿Cómo te atreves a cometer semejante insolencia?

-Disculpa, ¿me hablabas?

Mapheyker, no tenía miedo de lo que estaba diciendo.

-Ya veo, bueno no me dejate otra opción... ¡Agas! Castiguen a esta criada con 9 latigazos en la espalda y luego que la lleven a mis aposentos.

-Como ordene su majestad.

-¡No! Esperen, lo siento mucho, por favor disculpeme su majestad, no quise ofenderlo.

La joven de cabellos rubios, lloraba desconsoladamente pidiendo disculpas.

-Veo que estás arrepentida, bueno, te disculpo, pero que no se vulva a repetir, ahora lleven la a mis aposentos.

Los Agas se reverencia ron y llevaron a Anastasia a los aposentos del Sultán, los demás presentes también reverencia ron ante Ahmed y este siguió su camino.
Llegó a los aposentos de la sultana madre, que eran habitados por la sultana Safiye.

-Mi querido nieto, que te trae por acá - la sultana se reverencio.

-Venía a pregúntarte sobre la joven que vi en un retrato, pero ya me encontré con ella.

-Vaya, la iba a mandar esta noche a tus aposentos, pero veo que se adelanto el encuentro.

-Es muy rebelde, necesito que la eduquen bien, quiero convertirla en mi concubina, pero mientras sea así, no se podrá.

-No te preocupes querido nieto, Allah mediante, esa joven será muy bien educada para ti.

-Gracias sultana, bueno ahora me retiro.

-Nos vemos, querido Ahmed.

Ahmed salió de los aposentos y se dirigió a los suyos, en el camino se encontró con su pequeño hermano Mustafa, con quien se entretuvo un rato jugando, pero luego de ese suceso, se volvió a encaminar a su habitación, al llegar escucho varias risas provenientes del interior, entró para saber que pasaba y observó a Anastasia reír plácidamente con Iskender, algo que molesto a Ahmed.
Ninguno de los dos se había percatado de la presencia del Sultán hasta que este tosió falsamente, para llamar la atención de ambos.

-¿Qué está pasando aquí?

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Continuará
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Un pequeño obsequio, mis queridos lectores, por todo el tiempo que desaparecí.
Espero lo disfruten

Félix Koslever
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