Viernes, 1 de diciembre
Clara
Apago la luz del cuarto,me acomodo bajo las sábanas y sostengo el libro en mis manos a la altura de mi rostro. Mi ojos leen cada línea de la historia que me tiene fascinada desde que la comencé,pero mi mente no logra concentrarse.
Estas últimas semanas han sido de las más duras de mi vida. La depresión es tan fuerte que no respondo las llamadas de mi hermana ni de mi madre,no entro en mis redes sociales y no he vuelto a hablar con Julia desde ese día.
A la mañana siguiente de haber tenido la peor discusión posible en nuestro matrimonio,mi marido despertó pidiéndome perdón. Reconoció que me faltó al respeto y que fue injusto al pedirme que rompiera mi amistad con nuestra vecina.
Acepté sus disculpas y nos reconciliamos con un cálido beso del que fue testigo un Lucas contento por ver a sus padres llevándose bien de nuevo. No me gusta que estemos enojados,las peleas con Rodrigo me dejan aún más triste y le hacen mal a nuestro hijo.
Esa mañana asistí con Julia a la clínica de ginecología. Su médico es un hombre muy agradable,tiene cerca de cuarenta años y se veía muy profesional. Después de hacerme unas pruebas de sangre y un ultrasonido pudimos confirmar que estaba embarazada de unas trece semanas. El doctor me citó tres días después para realizarme el aborto,donde Julia también me acompañó y me brindó su apoyo incondicional que me dejaba más tranquila.
No pensé que la decisión que tomé me dejaría tan abrumada. Abortar un bebé es algo serio,mucho más cuando sentía que era yo quien estaba acabando con la vida de esa criatura.
Hoy comienza diciembre,el mes del año que más me gusta o al menos el que más me gustaba cuando Paula estaba viva. Sin ella las fiestas navideñas han perdido sentido.
Mirando en el calendario del teléfono me doy cuenta que faltan pocos días para mi cumpleaños,pero me faltan las ganas para celebrarlo como se debe.
Decido concentrarme en la lectura y entonces escucho sonar el timbre de la puerta,no quiero recibir a nadie así que simplemente lo ignoro. No pasan ni cinco segundos cuando vuelve a sonar y así sigue repetidamente hasta que no me queda más remedio que ver de quien se trata.
Bajo las escaleras de mala gana,no he salido de casa en estos días y ni me he asomado a la ventana. La oscuridad de mi cuarto se ha convertido en mi mejor aliada,al abrir la puerta siento la luz solar sobre mi rostro que me hace cerrar los ojos.
-Clarita -ahí está esa dulce voz que hace días no escucho -Buenos días
-Buenos días -respondo y abro los ojos despacio
Julia viste un vestido amarillo playero corto con unas sandalias del mismo color.
-Disculpa que viniera sin avisar. Intenté respetar tu espacio,pero no respondes mis llamadas y estaba muriendo de ganas de verte -entra en mi sala y me da un beso en la mejilla -Estoy preocupada por ti ¿cómo has estado?
-No puedo mentirte Julia,estuve muy mal y aún sigo mal. Nunca imaginé que el sentimiento de culpa después de un aborto fuera tan grande. Mi madre y mi hermana también me han llamado mil veces pero tampoco contesté,no quería hablar con nadie,perdón. Por suerte mi marido y mi hijo se tragaron la mentira de que pesqué un resfriado,de ahí pude justificar mis días en cama sin hacer absolutamente nada
-No puedes seguir así -pellizcó una de mis mejillas haciéndome sonreír -Es por eso que estoy aquí. Vine a devolverte la alegría que necesitas
Frunzo el ceño y entonces noto el bolso que carga sobre su hombro.
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La Chica De Enfrente [EN PROCESO]
General FictionClara tenía una vida color de rosa, hasta que una trágica muerte derrumbó su mundo perfecto. Tras mudarse a una nueva ciudad conocerá a Julia, su vecina por la que se sentirá fuertemente atraída. ¿Pero será capaz de abandonar a su esposo para vivir...