Clara
Necesitaba alejarme de todo. El bullicio de Río de Janeiro. Ver el Cristo Redentor cada vez que paseaba por la calles. El sonido de las olas del mar tan cerca de mi casa. Escuchar la risa de los niños cuando pasaban debajo de mi balcón rumbo a sus escuelas. Todo me recordaba a ella.
No puedo negar que extrañaré mi ciudad, donde nací y crecí. Apartarnos de la familia y amigos será un duro golpe para todos. Pero tengo que hacerlo.
Mi marido y yo estamos casados desde hace diez años. Rodrigo es el prototipo de hombre que toda mujer desea. Fiel, guapo, cariñoso y sobre todo un excelente padre. Me ama y me respeta como yo a él. Nuestro matrimonio es lo más grande que tengo después de nuestro hijo Lucas.
Cuando nos conocimos, yo aún era una estudiante universitaria y él había terminado recientemente sus estudios en administración de empresas. Lo que comenzó como una amistad se fue transformando en amor. Decidimos casarnos a los pocos meses de noviazgo.
Vivíamos con toda nuestra familia en un mismo edificio. Mi madre tiene un gran departamento en el segundo piso con mi hermana Raquel. En el tercero vive mi tío Nestor con su esposa Juliana. Y en el último estábamos nosotros. Nuestro departamento no era tan amplio como el de mamá,pero lo considerábamos nuestro hogar.
Éramos muy felices, hasta que ella se fue. Sentí que debía encontrar un sitio que me brindara tranquilidad para poder superar todo lo sucedido. Fue allí donde la vi por primera vez....
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Jueves, 9 de noviembre
Hemos llegado a Gramado,una ciudad que se encuentra al sur de Brasil, en el estado Río Grande del Sur. El taxi nos deja frente a nuestra casa. Ayudo a mi esposo con nuestro equipaje mientras Lucas carga su mochila y lleva su balón de fútbol bajo el brazo.
Entro en la sala y observo mi nuevo hogar por primera vez. La casa no es tan grande, pero al menos tiene una sala bastante amplia donde comienza un pasillo que conduce hasta la cocina comedor. Del otro lado está la escalera que lleva a la segunda planta, donde se encuentran dos habitaciones con baño y un pequeño cuarto de huéspedes.
Es todo lo que necesito después de aquella tragedia que marcó nuestras vidas para siempre. Recomenzar en un lugar como este muy lejos de mis recuerdos será lo mejor.
Dejo las cajas con nuestras pertenencias al pie de la escalera que es de madera barnizada. Las paredes están pintadas de blanco. Por suerte el camión con los muebles que compramos llegó una semana antes y contratamos a una agencia de decoración para que se encargara de esos detalles. Ahora solo tenemos que desempacar y organizarlo todo.
Rodrigo sube las maletas con entusiasmo. Está animado con nuestra mudanza, como niño con juguete nuevo. Por otro lado Lucas se encuentra parado en el mismo lugar desde que entró. Su carita de tristeza lo dice todo. Su desilusión es evidente.
-Mi niño -le beso la mejilla con cariño -¿No quieres subir a conocer tu cuarto?
-No me interesa -dice desanimado -¿Puedo salir a jugar en el jardín?
-Está bien -le acaricio la cabeza -Pero no te vayas lejos. Aún no conocemos nada por aquí
Él asiente y se marcha por la puerta haciendo rebotar su balón contra el suelo.
Los minutos pasan volando mientras guardo nuestra ropa en el armario. Mi cuarto es muy similar al de nuestro antiguo departamento. La decoración es elegante y acogedora, justo como quería. Rodrigo se encuentra ocupado con sus utensilios de cocina. Los saca de la maleta con cuidado de no romper nada. El arte de cocinar es su pasión a pesar de haber estudiado otra profesión muy distinta.
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La Chica De Enfrente [EN PROCESO]
Ficción GeneralClara tenía una vida color de rosa, hasta que una trágica muerte derrumbó su mundo perfecto. Tras mudarse a una nueva ciudad conocerá a Julia, su vecina por la que se sentirá fuertemente atraída. ¿Pero será capaz de abandonar a su esposo para vivir...