Clara
Julia está llorando frente a mi. Se hace la frágil como si fuesen a darme lástima sus lágrimas de cocodrilo.
Me es imposible pensar que la mujer que amo, la primera persona de la que me enamoré después de Rodrigo haya sido capaz de mentirme todo este tiempo.
Es más que obvio que ya sabía todo y no me dijo nada. Sabía que fue mi hija quien murió asesinada aquel día a manos de su tío. Lo supo desde el momento en que le conté que había perdido a una hija y que su nombre era Paula.
Recuerdo muy bien esos días. La noticia del asesinato de una niña durante una fiesta escolar recorrió todos las portadas de los periódicos y revistas. Las caras y los nombres de la estudiante Paula y su profesor Ahmed fueron vistos en todo el país a través de los noticieros y programas de televisión que daban los detalles de la tragedia.
Es imposible que no se haya dado cuenta, que no haya unido los puntos. Es cierto que nunca le conté acerca de la forma en que murió mi hija, porque es muy duro para mi recordarlo y contarlo a alguien. Pero tuvo que haber visto las noticias aquellos días y es por eso que ahora me lo confiesa.
-Perdóname por favor -se me acerca y la aparto de un empujón
-No te me acerques. ¡Me da asco saber que llevas la misma sangre que ese maldito! -grito con rabia
-Yo no tengo la culpa. Tu sabes que soy otra víctima de mi tío. Perdóname por favor -me implora con las lágrimas a flor de piel -Yo te amo
-¿Cómo puedes amar a alguien y ocultarle algo tan importante? -me siento en la cama porque no me quedan fuerzas para mantenerme en pie -No dudo que también hayas sido una víctima de Ahmed. Estoy segura que abusó de muchas otras de sus alumnas y después las amenazaba para que se mantuviesen calladas como mismo hizo contigo
Julia camina de un lado a otro. Está nerviosa y no para de llorar. A pesar de que la sigo amando, no puedo sentir pena por ella en este momento. Sólo una profunda decepción.
-¿Cómo sucedió? -me pregunta con cierto temor
-Yo estaba en el patio de la escuela donde se llevaba a cabo la fiesta ese día. Busqué a Paula entre los estudiantes y no la veía por ningún lado. Entonces entré a buscarla por los salones -siento como mi respiración se acelera y tengo que tomar una respiración profunda para continuar -No había ni rastro de ella, hasta que subí al tercer piso y escuché un ruido proveniente de un salón. Era la voz de ese maldito ordenándole a mi niña que dejase de llorar. Cuando entré lo que vi me dejó en shock. Tenía a Paula sentada en sus piernas y le besaba el cuello mientras no paraba de toquetearla. Ella estaba aterrada y llorando le pedía que se detuviera.
-Conozco bien esa sensación. De seguro la estaba amenazando con matarte a ti o a Rodrigo si contaba algo -asegura con voz temblorosa
-Ahmed se quedó asombrado al verme, no esperaba que yo lo fuera a descubrir. Le pedí a gritos que soltara a mi hija y lo amanazé con denunciarlo a la policía, le dije que pasaría el resto de sus días en prisión -se me hizo un nudo en la garganta al recordar ese momento -Pero él fue mucho más rápido que yo y en un segundo sacó un arma de su pantalón. Dijo que nos mataría a las dos para que no pudiéramos denunciarlo. A mi me disparó primero, pero el tiro me dió en el hombro. Paula lanzó un grito desgarrador al verme herida, entonces Ahmed se volteó hacia ella y también le disparó. A Paula el tiro le dió en el pecho.
No puedo continuar sin deshacerme en un mar de lágrimas. Hablar de su muerte duele hasta el día de hoy y creo que dolerá por siempre. Pero lo que más me enfurece es haber confiado en ese hombre por tanto tiempo y no haber percibido nada. Es increíble como logró engañar a tantas personas.
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La Chica De Enfrente [EN PROCESO]
Ficción GeneralClara tenía una vida color de rosa, hasta que una trágica muerte derrumbó su mundo perfecto. Tras mudarse a una nueva ciudad conocerá a Julia, su vecina por la que se sentirá fuertemente atraída. ¿Pero será capaz de abandonar a su esposo para vivir...