Lionel Messi estaba resignado al matrimonio que sus padres le habían arreglado con Antonela Roccuzzo, después de todo, las esposas de grandes mafiosos como él nunca duraban mucho. Sin embargo, todos sus planes se vienen abajo cuando, en un viaje a l...
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Andrés, Alexis y Javier habían estado buscando a Guillermo desesperados, el trío era consciente del pánico que Memo le tenía a las cámaras. Vega quería arrancarse los cabellos por la desesperación, no encontraban al de rizos por ningún lado.
Entonces cuando finalmente apareció, corriendo y agitado, se asustaron demasiado, creyendo que quizá, había tenido otro ataque de pánico.
— ¿Qué pasó, Memo? —preguntó Guardado cuando por fin tuvo cerca al más alto.
Él no podía responder, estaba pálido del susto.
— ¡Tráele un bolillo, algo! —le gritó Javier a Alexis, haciendo reaccionar a Memo.
—Yo, creí que... ¡Estaban a punto de secuestrarme! —soltó por fin.
—Un wey con acento raro me llevó a un lugar bien solo —comenzó a contar—, yo ni sé quién chingados era... pero dijo mi nombre ¡Dijo mi nombre, Andrés!
Guardado soltó una risotada, confundiendo a Guillermo.
—No mames, wey —habló entre risas—, todos gritaron tu nombre hace un rato, es obvio que ya te conocen.
—No, escúchame, eso fue diferente. Aquel tipo parecía conocerme en serio... —insistió.
—Quizá sólo quería una foto y ya, Memo. No te preocupes... —trató de tranquilizarlo Alexis.
—Volvamos a casa, te sentirás mejor ahí —animó Javier.
Memo y Andrés habían decidido ducharse en la comodidad de su hogar, por lo que fueron directamente al departamento. Los cuatro celebraron el triunfo del día, olvidando el mal rato que habían pasado. Alrededor de media noche decidieron que era momento de dormir, así que cada uno fue a su respectiva habitación.
Guillermo activó la usual alarma en su celular, notando que tenía un mensaje de WhatsApp de un número desconocido.
Desconocido Muy contento de haberte visto hoy, sos muy lindo, Guillermo. Ya ansío volver a verte una vez más.
Confundido respondió el mensaje.
Guillermo Disculpa, ¿quién eres?
La respuesta no tardó mucho en llegar, tal parecía que su mensaje estaba siendo esperado.
Desconocido Huiste de mí hoy, quería saludarte nada más.
¿Acaso había sido quien creía que lo quería secuestrar? No podía ser posible, ¿verdad?
Guillermo Me asustaste demasiado, creí que ibas a secuestrarme
Desconocido Jaja, no quería asustarte, disculpá. Ayer te vi con tu amigo y me pareciste muy lindo, por eso te busqué.
