0 1 0

651 128 23
                                    

Un rato pasó desde que Lionel los había dejado en su departamento

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Un rato pasó desde que Lionel los había dejado en su departamento. Lo habían pasado increíble, Guillermo nunca pensó que conocer gente nueva fuera tan divertido. Hacía mucho que no sentía ese tipo de conexión con alguien... No recordaba la última vez que lo había experimentado, o quizá sí, pero volver a pensar en ese tiempo le traía malos recuerdos.

Sacudió la cabeza, ahuyentando esos pensamientos. Nada debía arruinar esa noche, no después de lo mucho que había disfrutado la compañía de Lionel y sus amigos.

—Wey, neta que buen pedo es tu amigo —las palabras de Andrés lo obligaron a volver a la realidad.

En cuanto llegaron a la casa, Alexis e Hirving corrieron a su habitación, ansiosos por dormir después de comer demasiado. Según palabras de Vega, les había dado "el mal del puerco", así que se apresuraron a llegar a su tan ansiada cama. Por otro lado, Javier había tenido que evacuar toda la comida para que se mantuviera "en forma", por lo que Guillermo y Guardado se encontraban solos en la sala del departamento.

—La verdad es que no pensé que él fuera así de divertido —respondió sincero mientras tomaba asiento en el sofá.

— ¿O sea cómo, wey? —cuestionó con confusión— ¿Que no se supone que es tu amigo? —lo miró expectante, llevando sus manos a la cadera.

—Llevamos hablando como tres semanas por mensajes —se alzó de hombros despreocupado.

—No chingues cabrón —se llevó una mano a la frente—, ¿O sea que no lo habías visto en tu puta vida?

—Ya nos habíamos visto, pero no fue en las mejores condiciones... —respondió Guillermo, tratando de calmar a Andrés.

—Wey, no te entiendo, explícate —pidió con ansiedad.

— ¿Te acuerdas de la vez que les dije que me habían intentado secuestrar?...

Guardado pareció comprender la situación y comenzó a atar cabos. 

——No digas mamadas, Guillermo... —con dramatismo, volvió a llevarse la mano a la frente.

—El tipo es buen pedo, Andrés. Ya viste que es inofensivo... —continuó con los intentos de apaciguar a su amigo.

— ¿Acaso tienes idea de lo peligroso que fue esto? —comenzó a regañarlo—. Algunas veces actúas como nuestro papá, pero ahora mismo actuaste como un pendejo.

—Wey, soy consciente de lo que hacía. Sabía que era seguro conocerlo... —se defendió.

—No wey, lo que hiciste fue estúpido, ¿qué hubiera pasado si el tipo era un traficante de órganos? ¿Te pusiste a pensar en eso?

Memo agachó la mirada, analizando las palabras de su amigo. Quizá tenía razón, pudo ser peligroso para ellos. Se había cegado por la urgencia de volver a casa rápido y cambiarse, que no pensó en las consecuencias que sus actos podrían traer.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 24 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Ellipsism || Mechoa AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora