Normalmente le gustaba cuando la gente permanecía en silencio. Ella agradecía a cualquier Dios supremo, cuando las personas mantenían la boca cerrada a su alrededor, sobre todo cuando esas personas solo hablaban por hablar puras tonterías.
Merlina recordó entonces todas esas veces en donde huyó de lugares concurridos. Ella había evitado en su antigua escuela durante dos años completos, la mayoría de las conversaciones que siempre se llevaban a cabo principalmente a la hora del almuerzo. Había sido una experta escabulléndose de sus compañeros, su tasa de éxito perfectamente podía haber sido de un noventa y nueve por ciento. Tan pronto como su oído detectaba algún inicio de conversación sobre el sexo opuesto, liquidación en el departamento de maquillaje, videojuegos y ropa, ella tomaba el libro que tenia en sus manos y huía. Lo que menos quería era llenar su cabeza con basura juvenil.
Durante mucho tiempo el silencio había sido su mejor compañía, su mejor amiga. Le brindaba esos exquisitos momentos de soledad donde podía encerrarse en su habitación a escribir. Disfrutaba estar sola con sus pensamientos y el sonido de las teclas con cada palabra que escribía, eso era lo único que necesitaba para estar bien.
Pero esa noche fue la excepción, estar con Xavier durante el último año la acostumbro un poco a las conversaciones… Al ruido. Si bien, no era una buena participante hablando, se había convertido en una buena oyente.
En esa nublada noche donde la lluvia golpeaba contra el inmenso ventanal de su habitación, el silencio interior era por primera vez sofocante. Ya no se sentía más como la vieja amiga que disfrutó su compañía durante años, se sentía más bien como una amenaza, que si intentaba ahuyentar o romper con algún comentario, al instante trataría de vengarse de ella.
Merlina dejó de mirar su lado sombrío de su ventana, y se enfocó de nuevo en el cuadro que pintó Xavier. Aquel mismo que era el causante de esa tensión. Analizó por lo que sería la quinta vez el inmenso cerro, la pérdida nube blanca que cubría la cima de pinos secos. La brillante luna que iluminaba la intensidad del azul del mar y el seguro puente de madera que se introducía a la orilla del agua, entre las tranquilas olas nocturnas.
Ella nunca se consideró una intérprete de las pinturas, mucho menos entendía la mayoría de las veces que deseaba transmitir el pintor con esa mezcla de colores y paisajes. Pero algo la hizo desear estar ahí. Lejos de esa y cualquier situación que la hiciera sentirse vulnerable frente a los demás.
Tal vez no era muy buena leyendo a las personas y mucho menos entendía perfectamente los sentimientos, ni de ella, ni de los demás. Pero en ese momento fue fácil saber cómo se sentía Xavier. Instintivamente cuando su nombre volvió aparecer en su mente, dejó de ver el lienzo y se enfocó en su novio.
El estaba recargado en su escritorio, el mismo donde ella solía pasar horas escribiendo sobre su novela. Tenía los brazos cruzados contra el pecho, y su mirada estaba perdida sobre el piso de madera, aún cuando su cabello estaba suelto le permitió ver perfectamente sus facciones contraídas.
Llevaban más de media hora así. Ella sentada en la orilla de su propia cama, mirando de la pintura a Xavier. Mientras él no se movía, ni cambiaba ni un poco su propia pose. Merlina hubiera creído que estaba petrificado por Ajax, sino fuera por los párpados y el subir y bajar de su acelerada respiración.
Cuando Merlina entró a su habitación y lo miró esperándola en aquel rincón, supo que iba a ser una noche larga, más cuando su mirada cayó sobre el listón de primer lugar que colgaba de la pintura.
—He estado a tu lado desde el día uno—apenas escuchó lo que dijo, su voz era un susurro que parecía ir más para sí mismo. Cuando pensó que no se lo decía a ella, Xavier fue aumentando su tono, lo suficiente alto como para que ella supiera que cada una de sus palabras iban a su dirección—Luego, cuando toda esa mierda con Tyler pasó, volví a estar a tu lado, aun cuando me habías tratado como basura...
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Merlina Y Xavier - Mi Dulce Tormenta (Wednesday)
FanfictionDespués de terminar su relación con Xavier Thorpe, Merlina creyó haberlo sacado por completo de su vida, pero se equivoco. Inicio... 4 de Enero 2023