(15) Yo no soy tu pensamiento

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Entré a la mansión riéndome de algo que me decía Rosé.  Pero dejé de reír cuando me di cuenta de que había una mujer en la habitación. Recordé su rostro tan pronto como la vi, estaba en el hospital ese día.

-Buenas noches- dijo la señora sonriendo. Parecía muy feliz de verme.  - Debes ser Jennie.

- Si señora – respondí un poco torpe.

-Soy la madre de Roseanne, por supuesto. Te estábamos esperando, ¿verdad?  Pregunté en mi mente.  Pronto vi a un hombre bajando las escaleras, también recordé su rostro en el hospital.  Y por el parecido obvio, este debe ser el padre de Rosé

-“Bueno, la famosa Jennie Kim”, dijo el hombre.

- ¿Famoso?  susurré confundido, y lo vi ahogar una risa.

-“Encantado de conocerte.” Hizo caso omiso de mi pregunta.  - Mi esposa y yo queríamos darle las gracias personalmente. Pero ese día en el hospital estuvo muy ocupado. Muchas gracias por salvar la vida de mi hija, tenemos una deuda contigo que solo se saldaría con la muerte - exagerada como todo padre.

-No hice nada más señor – dije tomándolo a la ligeraMe avergonzaría que sintieran que me debían algo.

- "Nos encantaría que cenes con nosotros", dijo la Sra. Park, mostrándole su mejor sonrisa.  Era muy simpática, me recordaba a mi madre.

-Ya hice la invitación – dijo Rosé por primera vez a mi lado.  Y ella aceptó.  ¿No es Jennie?

-Si no es mucha molestia, señalé.

-"En absoluto", dijo la Sra. Park. - Vamos, vamos al comedor.

Vi al Sr. Park ir primero. Rosé tomó mi mano con más fuerza, guiándome. De hecho, ella nunca lo soltó. -Pensé que te avergonzarías de la presencia de tus padres. Me jaló con cuidado como si yo fuera el ciego. En el enorme comedor vi a Woobin y Alice en la mesa. Tan pronto como me vieron, ambos sonrieron.

- Hola de nuevo Jennie – me saludó Alice emocionada. - Me alegro de que vinieras a cenar con nosotros. Aunque yo iba a hacer la misma invitación. De hecho, nos debía una si no recuerdo mal, recordó el día que la recogimos en el aeropuerto y rechacé su pedido de cenar con ellos.

- Hola Alice – la saludé como siempre. Esta forma loca de Alice siempre me avergonzaba.

- Me alegro de verte de nuevo Jennie - me saludó Woobin. Solo le sonreí jalando una silla y sentándome al lado de Rosé.

Me tomó unos minutos ver a algunas señoras sacar bandejas y colocarlas sobre la enorme mesa de cristal. La familia de Rosé era muy rica. Y aunque eran hospitalarios, me sentía un poco cohibido a su alrededor. No queriendo mostrarlo, puse un poco de comida en mi plato y comencé a comer.


.....

-"Espero que lo hayas disfrutado", dijo la Sra. Park,

- Sí señora, estuvo realmente delicioso - No mentí, la comida estuvo buenísima.

- ¿Y tú naciste aquí mismo? preguntó el señor Park. Durante la cena me preguntó sobre varias cosas. Parecía interesado en mi patética vida.

- Sí, pero mi familia vivió un tiempo en Nueva Zelanda. Pero me mudé allí de nuevo hace unos años - dije comiendo el último trozo de budín de leche.

- Rosé ¿por qué no llevas a Jennie a conocer tu habitación? Alice simplemente le propone de la nada. Vi a Rosé atragantarse con el jugo que estaba bebiendo.

vi el amor en tus ojos (CHAENNIE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora