𓏲 ๋࣭ ࣪˖ 𝐋𝐞𝐜𝐭𝐨𝐫 𝐍𝐨𝐜𝐭𝐮𝐫𝐧𝐨

Capítulo 28.

Jake se encuentra en su cama, después de haber almorzado (ese día se levantó bastante tarde y su desayuno se convirtió en almuerzo), pensando con una sonrisa en lo que había pasado la noche anterior cuando entró al libro.

Ciertamente, se notó un cambio enorme. Nunca se había fijado en que, inconscientemente, exteriorizaba (por sus expresiones) que estaba inconforme con los esfuerzos de Sunghoon. Darse cuenta de eso lo hizo sentir horrible en un principio, pero se quitó ese sentimiento de encima y se enfocó en hacerle llegar a Sunghoon que en realidad estaba muy agradecido con todos esos pequeños detalles que tenía para con él. Y Jake sonríe aún más con el hecho de que Sunghoon si notó un cambio.

Al igual que Jake, Sunghoon a veces no podía controlar las expresiones que hace con su rostro, por eso es que Jake se dio cuenta de que Sunghoon había notado un cambio. Primero había confusión, después sorpresa, y por último (y casi imperceptible) había cariño y agradecimiento.

Jake sentía que finalmente las cosas iban por el camino correcto, y que si seguían asi, definitivamente lograría liberar a Sunoo, Heeseung y Sunghoon. Cada quién podría hacer lo que más les gusta fuera del libro, verían muchas cosas nuevas. Jake estaba emocionado con la idea de ver sus caras de asombro al mostrarles todo lo nuevo que había ahora. En especial a Sunghoon, que era el que más cosas se había perdido. Jake lo llevaría a muchos lugares, y probablemente quisiera tener muchas citas con él, conocerlo a fondo y enamorarse más y más. Tenerlo junto a él.

La sonrisa que tenía plantada en su rostro se borró de golpe y se levantó tan rápido de la cama que terminó en el suelo pero no le importó. Se quedó ahí tirado, con los ojos bien abiertos, con la respiración atascada en su garganta y sintiendo un sudor frío formándose en su espalda. La pregunta que surgió dentro de su cabeza lo dejó tan shockeado que no podía ni moverse. Y es que, nunca en esos veintiocho días se había planteado seriamente ese detalle.

¿Cómo es que estaba tan seguro de que una vez que terminaran los treinta días, y si cumplía con el propósito del libro, cuando ellos fueran liberados sería en la época de él?

Jake había estado pensando todo ese tiempo en las cosas que podría hacer con ellos, en lo que tendría que explicarles, o en como resolvería los inconvenientes, ya que, en sí, ellos (actualmente) no existen. Todo eso había estado pensando, dando por hecho que ellos estarían con él. Pero ahora, que falta tan poco para cumplir los 30 días, se da cuenta que en realidad eso no es seguro. Puede ser que una vez que ellos sean liberados, sean devueltos a sus respectivas épocas. Después de todo, ellos continúan exactamente iguales desde el día en que fueron encerrados.

Un dolor espantoso comenzó a nacerle desde su pecho con la simple idea de que, llegado el momento, tendría que despedirse de ellos. Despedirse de Sunghoon. ¿Quién puede asegurarle a Jake que ellos van a quedarse con él en su época?

La respuesta se le vino tan rápido como la pregunta. Jungwon y Jay. Ellos eran los únicos que podían darle una respuesta a ese temor que se le había formado. 

Con dificultad (porque todavía le dolía el pecho y no se recuperaba del todo del shock) se levantó, y sin molestarse en arreglarse fue hasta la casa de Jungwon y Jay que conocía tan bien ahora.

Más de una persona por la calle le dirigió una mirada entre extrañada y preocupada. Jake estaba seguro de que su cara parecía la de un enfermo, y eso es porque justamente así se sentía. Se sentia débil, con los ojos levemente húmedos, la respiración no se le había reparado del todo, y caminaba con dificultad, temiendo caerse si lo hacía más rápido.

Era increíble como lo afectaba el simple hecho de pensar en que podría no volver a ver ni a Sunoo, ni a Heeseung y ni a Sunghoon. Pensar en Sunghoon hizo que una lágrima saliera de su ojo derecho. Ha tenido todo ese tiempo para enamorarse de Sunghoon, y de repente que salga la posibilidad de no verlo nunca más... una puñalada en el corazón sería más piadosa.