En la oscuridad florecerá el amor

CAPÍTULO #10: Reconciliación??

MEGAN...

Lidd quiso salir un rato porque piensa que me sentará bien tomar algo de aire fresco y alejarme de la tensión que me mantenía sumisa dentro de mi depa...
Sinceramente, no creo que me sirva de algo meterme en un club con mi prima-hermana alocada, pero cuando la chica es tan tozuda como yo y en cuestión es Liddie Emily Davison Becker no hay forma de que la simple palabra "no", sirva de algo. Es como si nunca la hubiese escuchado antes, la verdad es que nunca se rinde, por eso a llegado tan lejos en su vida profesional...

Cuando llegamos al club dejamos el coche en el aparcamiento y nos dirigimos a la entrada de este...
Por la puerta de Abysm Passional se podía escuchar las notas de Love Me Harder, de Ariana Grande y The Weeknd a un volumen que podría quedarme sorda sin tener la necesidad de pararme justo al lado de los altavoces por los que salía la música y tampoco tendría la ocasión de terminar de escuchar el resto de la canción...

Con todo y eso Lidd acabó arrastrándome hasta el interior del club, luego de pasar frente al guardia que custodiaba la entrada principal y discutía con dos chicas (al parecer, menores de edad), que querían entrar, pero este ni se inmutó por las miradas coquetas que le estaba lanzando una de ellas, una rubia que tenia un tope de encaje azul, con un escote que dejaba a la vista unos voluptuosos pechos, que al parecer estaban compitiendo por cual de los dos podría acabar destrozando aquella prenda tan minúscula, completando el atuendo una minifalda de mezclilla a juego sobre unas piernas quilo métricas, por lo visto alguien iba al gimnasio y unos tacones de 15 cm que de solo mirarla ya estaba sintiendo las consecuencias que traería la noche cuando acabara y se quitara aquel para de trampas mortales...

En serio no entiendo como algunas de nosotras puede permanecer ataviada con esas cosas durante horas. Es simplemente un suicidio...

Su compañera no andaba mucho mejor. Parecía que el mal gusto y las hormonas se habían puesto de acuerdo para fastidiarles la noche a aquellas chicas. Tenía tanto maquillaje que podría venir ahora mismo el circo y denunciar al dueño del club por robarse a uno de sus payasos. Era una morena menuda, que llevaba un vestidito blanco con vuelos en la falda rematada con una cola hasta las rodillas y rosas negras de encaje formando una cascada en la parte superior delantera de la prenda que se perdían en una cinta que parecía ser de satín, no tenía tirantes y para completar el vestuario llevaba calzadas unas zapatillas de tacón alto, con cintas amarradas a las piernas...
Las dos iban vestidas de forma diferente, y al parecer se les había hecho muy tarde como para no echarse un vistazo ante el espejo antes de irse de casa. No soy la mejor persona del mundo vistiéndome, de hecho soy pésima a veces me acabo matando yo solita con solo ponerme un calcetín en un solo pie y en el otro no llevar nada, incluso e salido con zapatos de distintos colores y marcas, pero hasta un niño pequeño se daría cuenta de que esas ropas no eran para presentarse en un club nocturno lleno de personas y posibles compañeros de colegio...

Al pararnos frente al guardia, le mostramos nuestros carnés donde mostraba nuestras edades...
El chico probablemente de unos 29 año se quedó mirando a Lidd mientras entrábamos, esta o no se percató o no estaba interesada, el caso es que en cuanto entramos me la quedé mirando incrédula, por su indiferencia...

Liddie no es de las que tiene buena suerte con las relaciones, o sea que siempre acaba con el tío equivocado y acaba alejando al que de verdad le quiere...
No me miren así, no sugiero que se lance a los brazos del primer tío que se le pare al frente, pero debería de conocer a más gente, por dios tiene 28 y no ha tenido una relación que sirva, su último novio era básicamente el rey de los cabrones hijos de puta. Además el chico es bastante mono...

Ella simplemente me devuelve la mirada como si no entendiese nada.

-¿Qué pasa?- Me pregunta confundida