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───── ❝ 𝑀𝑜́𝑛𝑎𝑐𝑜 ❞ ─────


















El sonido de las olas romper, el sonido mas satisfactorio en la vida y una vista hermosa con un atardecer rosado. Estaba enamorada de la ciudad donde vivía, tan solo llevaba una semana viviendo en Mónaco. Era francesa de nacimiento, nací en Francia Marsella y a los 12 años nos mudamos a Londres, toda mi familia vivía ahí y cuando les comente sobre mi cambio que quería hacer en mi vida les pareció totalmente confuso, ¿por qué? bueno ellos pensaban que por vivir en Londres era perfecto, pero no, yo quería ser toda una aventurera y empezar en un nuevo lugar, tenía planeado hacer eso desde pequeña y me apasionaba planear mis cosas desde mucho tiempo antes.

Había conseguido un trabajo de niñera pero empezaría hasta Febrero y apenas era diciembre. Quise venirme antes porque quería conseguir un lugar donde vivir y adaptarme a un nuevo lugar. Al principio era muy complicado venir hasta Mónaco con tan solo el dinero que yo tenia guardado, todos saben que para vivir aquí debes tener dinero, fue difícil convencer a mis padres, en ningún momento les pedí que me ayudaran con dinero pero ellos quisieron hacerlo porque me amaban y me querían ver feliz.

Mamá decía que sufriría mucho estando ella sola cuidando a mis otros hermanos, tenía 2 hermanos, Jaeden con 22 años que aun vivía con mis padres, a el le encanta ser un mantenido y mis papás encantados de tenerlo en casa, Max con 14 años, era un niño muy inteligente en el colegio, es el mas destacado y yo por en medio con 20 años.

Por suerte pude comprar un departamento con ayuda de mis papás ya que ellos tenían contactos, ellos vinieron conmigo para ayudarme en donde me quedaría, también me ayudaron con los muebles del departamento. Ahora yo los acompañaba al aeropuerto, ellos tenían que trabajar y tristemente no se podían quedar más tiempo conmigo.

-Si te arrepientes con una llamada bastara- Hablo mamá.-

-Mamá, estaré bien, ya estoy grande no deberías porque preocuparte- Dije para tranquilizarla ya que no tardaría en llorar.-

-Es que...-Suspiro.- Jamas me imagine que esto pasaría. -Se acerco a mi y me abrazo con todas sus fuerzas.-

-Unos segundos después rompí el abrazo ya que me estaba asfixiando, papá miro la escena con diversión y se acerco a mi- Cuídate, sí? -Ahora fue él quien me abrazo.-Recuerda usar protección si conoces algún chico. - Y eso lo dijo mas como un susurro para que mamá no escuchara.-

-Papá!!-Me queje y reí un poco, era raro que él me hablara de esas cosas.-

Por los altavoces se escucho el vuelo de mis padres, ya era hora que se fueran.

-Cuídense ustedes también.-Hable.-

Ellos tomaron sus maletas y se fueron alejando. Los mire por ultima vez antes de salir del aeropuerto. Todavía no tenía carro así que me la pasaría yendo en un Uber.

No tenía ganas de ir a mi departamento así que me dirigí a una cafetería para comprar un chocolate caliente para ahí después ir a un parque para relajarme un poco y mas porque en estas fechas Mónaco estaría repleto de gente, tan solo faltaban 3 semanas para navidad y sería mi primera sin pasarla con mi familia, se sentía raro.

Me dirigí a un hermoso parque, estaba lleno de arboles y arbusto con rosas rojas, había una fuente en el centro y alrededor unos bancos.

Me senté en unos de ellos para disfrutar mi comida con tranquilidad y mirar un punto fijo, realmente no tenía planeado que hacer en estas vacaciones, tenía mi trabajo hasta febrero y debería aprovechar este tiempo. Lo que podría hacer era conocer toda la ciudad y poder ubicarme bien. Estaba tan concentrada en mis pensamientos hasta que una chica me saco.

-Excusez-moi-(disculpa) Me hablo con un francés un poco mal pronunciado-Puis-je m'asseoir ici?-(puedo sentarme aquí) Yo solo pude soltar un risita y asentir.-

-Estadounidense verdad?-Le pregunte en Ingles y ella solamente me miraba apenada- Lo pregunto por tu francés mal pronunciado.

-Si, lo siento por eso, estoy aprendiendo francés. -Me dedique a mirarla un poco, no sabia descifrar si era una chica con ascendencia coreana o china, pero era realmente hermosa, unos ojos color marrón, unas largas pestañas y un cuerpo hermoso.- Por cierto, soy Francesca, me puedes decir Cisca o Fran, como tu lo desees.

-Sonreí.- Yo soy Louisette pero puedes decirme Lu o Louisa. -ella me sonrió de vuelta.- Y bueno Cisca, vives aquí? O vienes nada más de vacaciones?

-Oh no, me mude aquí hace dos días, ahora estoy viviendo en un hotel en lo que encuentro un hogar. -Me comento.- No conozco mucho la ciudad así que por eso vine a un parque.

-Ya veo. -Me quede pensando, no veía algo mal en querer hacer una nueva amiga, realmente necesitaba una ahora que estaba yo sola.- Te parece si vamos a cenar?

Ella acepto así que pedimos un Uber, realmente solo conocía 2 restaurantes así que le pedimos una recomendación al del Uber y nos llevo a un restaurante muy bonito.

-Une table pour deux s'il vous plait-Seguimos a la mesera y nos llevo a la terraza del restaurante, tenía una vista a la playa.- Así que me estabas contando de que tu novio te propuso la gran idea de tener una relación abierta?

-Ahora que lo dices suena tan mal. -me mira con una mueca.- aun así no acepte, quería ser libre sabes, esa relación me estaba asfixiando y mira, estamos en Mónaco, donde hay chicos millonarios y sobre todos tan guapos.

-Suena bien eh. -reí junto con ella.- Cuando me estuve paseando por la ciudad me llamo la atención una pista de ¿autos?

-Ah sí, esa es la parte buena, no sé mucho pero lo único que sé es que todos los pilotos están tan buenos y muchos de ellos viven aquí, en Mónaco. Y en una temporada vienen acá a sus carreras.

Y así estuvimos un rato, contándonos sobre nuestras vidas, me había agradado hacer una nueva amiga e intercambiamos números incluso hasta nuestras redes sociales.

-Fue un gusto conocerte, me alegra saber que ahora tengo una amiga.-Cisca me abraza.-

-Cuando te sientas sola solo márcame y ya salimos, vale? -correspondo a su abrazo.- Anda que tu Uber te espera.

Me sonríe y se despide con la mano para así atravesar la calle para llegar a su Uber, al cruzar no se fijo que venía un carro y escuche mi corazón acelerarse al mil, dios mío, apenas hago una amiga y ya se me va a ir.

-Cisca!! -grite con todas mis fuerzas.- Ten cuidado que viene un carro!! -empece a desesperarme porque no me escuchaba y no sabia que hacer así qué seguí gritando.- Cisca!!

Siguió su camino y yo solo cerré mis ojos para no ver aquella escena. Solamente escuche unos pitidos y abrí los ojos.

Aquel Ferrari negro se había parado y no paraba de pitar, pareció gritarle algo a mi amiga y acelero para irse.

Voltee a ver a mi amiga y ella a mí, y empezamos a reírnos como unas locas por lo que acaba de pasar. Yo solo negué con la cabeza y me dirigí a mi departamento.

No quedaba tan lejos así que me fui caminando para sentir el aire y la hermosa noche de Mónaco.























Hola holaaa, muchas gracias por pasarse a leer esta historia y espero que la disfruten, en unos capítulos sela la aparición de Lando y más pilotos, sean pacientes que tengan un lindo día.

En MónacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora