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───── ❝ 𝑀𝑜́𝑛𝑎𝑐𝑜 ❞ ─────







Era Lunes y faltaban 10 días para Navidad, la verdad es que no se sentía ese espíritu navideño, ya había adornado mi departamento, puse un arbolito pequeño que estaba muy lindo y barato. Había tenido un fin de semana no muy productivo, tuve una noche de chicas con Cisca, realmente no había hecho mucho. El día de hoy tendría mi primer clase de golf, opte por ponerme un vestido de tenis, lo tenia porque había jugado varias veces tenis en Francia y pensé que lo haría acá en Monaco pero ahora estaba en Golf.

Pedí un Uber y me llevo a Monte-Carlo ya que ahí se encontraba la cancha de golf. Tarde unos 10 minutos en llegar, fue rápido. Pague y camine a la entrada, me explicaron a dónde debía ir y que ahí se encontraría mi coach.

Eche un vistazo al lugar y era realmente hermoso, los campos completamente verdes, palmeras, flores, tenían incluso una sala de estar y una pequeña tienda donde vendían aperitivos.

Llegue a donde me habían indicado y pregunte por mi coach, me lo señalaron y camine hacia él, él estaba sentado concentrado en su celular así que toque su hombro.

-Al parecer el toque lo asusto y brinco aventando su teléfono, por suerte alcance a tomarlo para que no cayera al suelo- La Puta madre -pareció decir algo en otro idioma.- Lo siento cariño, me has asustado -suelta una risita y le paso su teléfono.- Soy Austin.

-Lo siento por eso -le miro apenada.- Yo soy Louisette pero puedes decirme Louisa o Lu.

-Hermoso nombre como quien lo lleva. -le sonreí.- Vale Lu, acompáñame, primero iremos por el equipo necesario y luego al campo donde iremos. -asiento y lo sigo.-

Me llevo a donde estaba el equipamiento me explico que era cada cosa y ahora si íbamos de camino al campo.

-Cuéntame de ti cariño, odio tener relaciones profesionales. -se queja- De dónde eres?

-Soy Lu, vengo de Marsella. -le sonrió.- al parecer tu no eres de por aquí verdad, lo digo por lo que dijiste cuando te asustaste.

-Así es. -me guiña un ojo.- Soy mexicano corazón y me siento orgulloso de decirlo. En fin, hemos llegado, toma tu palo de golf pero antes ponte guantes por si acaso, no queremos que te suden esas lindas manos.

Asiento y suelto una risita, este tipo me cae bien. Hago lo que me dice me dice y empezó a explicarme para después ayudarme con la postura y varias técnicas para tomar el palo.

Al principio me fue difícil saber cómo atinarle a la bola pero después se me fue facilitando, no era una experta, apenas estaba aprendiendo y no estaba mal.

Estuvimos ahí como más de una hora y Austin me contaba como era su vida en Mexico, yo no conocía México, unos de mis hermano sí, ya que él se había ido de intercambio para allá. Austin también menciono que tenia novio y qué lo amaba mucho pero que a veces peleaban mucho.

En MónacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora