Capitulo 3 ☆

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|Omnisciente|

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|Omnisciente|

11:22 AM.

Enfermeros por aquí, doctores por allá.

Todos moviéndose hacia todos lados intentando ayudar a sus pacientes. Estando lo suficiente ocupados como para notar lo que pasaba en la habitación 137.

Recostada sobre una blanca camilla, con una intravenosa en su mano y varios cables saliendo de la parte superior de su camisón, se removía una mujer. Haciendo que varias máquinas a su alrededor se alterarán.

No había nadie más en la habitación más que ella, el silencio acompañado de un pitido repetitivo era lo único que había en toda esa planta. No había nadie allí que pudiera ayudarla, solo los pacientes en situaciones igual de críticas que la de ella. El piso estaba desolado. Todos los encargados de la situación, excepto Melissa McCall, tenían cosas más urgentes que atender.

Jannette, por su parte no dejaba de removerse y gimotear cómo si despertarse de una mala pesadilla se tratara. Con una leve bocanada la mujer logro despegar sus ojos e inspeccionar su alrededor.

Tosio un poco.

No recordaba haber llegado al hospital, ni haber hecho algo luego de correr al bosque.

Completamente confundida, la mujer se separó de la camilla, sentándome y buscando sus pertenencias con la mirada.

Quito la aguja de su mano y todos los cables pegados a su cuerpo, inmediatamente todas las máquinas y computadora a su alrededor se volvieron locas haciendo ruidos ensordecedores y molestos para la pelinegra. Saliendo de su confusión se levantó de la camilla y se movió con rapidez. Alterada tomo una bata del perchero en la habitación, cubrió si cuerpo y salió corriendo de la habitación como si su vida dependiera de ello.

Lo único que su mente lograba comprender era que estaba en el hospital pero no entendía como o por que. Por lo que prefirió correr.

Estaba alterada y su respiración lo dejaba muy en claro.

Antes de que pudiera seguir huyendo, golpeó contra un cuerpo alto y duro.

-¿Jannette?- preguntó el hombre confundido. ¡Era Jano!.

La mujer trato de hablar pero su boca estába lo suficiente seca como para lograrlo.

Necesitaba agua urgente.

- Soy Jared, ¿Me recuerda?. ¿Estás...-pregunto mirandola de arriba abajo.- escapando, al parecer. - terminó para caminar a ella a paso rápido.

Jannette sin saber que hacer tiro un carrito metálico con diversos objetos en el hacía el hombre y volvió a correr en la dirección contraria.

No sabía de qué huía pero lo hacía.

Bajo por las escaleras de servicio y llegó a la primera planta. Robo unas prendas de ropa que había por ahí y se metió en un armario a ponérselas, y junto con un gorro -que también había robado- logro salir del establecimiento sin ser detectada.

O eso pensó ella, ya que las múltiples máquinas al ser desconectadas, avisaron rápidamente a su enfermera. Melisa McCall, la cual corrió hacia la habitación y busco por todo el hospital, esperando encontrarla. Al igual que ambos hombres con ella.

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Ella estaba segura de que había corrido en bata más de una hora por las calles de Beacon Hills, había logrado huir pero algo simplemente no estaba bien, el pueblo de sentía diferente, marchito.

Una vez logro saber en qué calle se encontraba tomo camino hacia la única dirección que sabía de memoria.

La veterinaria de Deaton.

-¿¡Hola!?¿¡Hay alguien aquí!? - gritó casi sin voz enforzandoce demasiado, apenas entró en el lugar.

Rápidamente por la puerta del consultorio salió el hombre que tan bien la conocía. Alan Deaton, el cual no dudo en correr hacia ella y abrazarla con fuerza.

- No respiro - dijo apenas y el hombre la solto.

-¿Que haces aquí?,¿Cuando despertaste?,¿Por qué estas en bata? - no perdió el tiempo y la bombardeo con preguntas.

La mujer no contesto y corrió rápidamente hacia el pequeño dispensador de agua en la habitación, tomando todo lo que pudo de este.

Cayó al suelo en un golpe seco. Ni siquiera sabía cómo se había mantenido de pie todo el camino. Se sentia muy débil pero el temor de despertar en un hospital si saber que pasaba, tal y como le había sucedido hace ya años, era mas fuerte.

-Deberia llamar a los chicos, si eso voy a...

El moreno estaba muy confundido ¿Por qué nadie le aviso que botitas había despertado?¿A caso no lo tomaron en cuenta? ¡El la conocía mejor que nadie!.

- Okey, espera. Déjame hablar - tomó aire dramáticamente-, no tengo idea de lo que está pasando, solo se que desperté en el hospital alrededor de una hora y no entiendo nada. ¿Como termine en el hospital?,¿Podrías pasarme el contexto de esto, please?.

Entonces el hombre entendío el por qué de su ropa y su cara aterrada.

-¿No recuerdas nada?- ella negó- Okey, ven, pasa y siéntate, es una larga historia.

El veterinario hizo un gran resumen de todo lo que había pasado con la mujer y el pueblo, haciéndole entender muchas cosas. Ella estaba todo totalmente anonadada y asustada.

Lo para ella fueron días, para ellos fueron meses.

Y ahora resulta que un nuevo peligro asecha el pueblo como de costumbre. Ella no puedo día creerlo, la simple idea de que uno de ellos estuviera poseido por un ¿Demonio? La hacia querer vomitar, ¿como había pasado eso?, ¿como lo habían permitido?.

Una vez el resumen termino, el teléfono del hombre sono.

Derek Hale. Decía la llamada, por lo que no dudo en contestar.

-¡Deaton!¡Jannette desapareció!¡Alguien se la llevó...- Habló un Derek muy agitado del otro lado de la linea.

- Hola, Derek. Jannette no desapareció, ella está aquí conmigo. Despertó.- habló con su característica tranquilidad.

La pelinegra al escuchar el nombre del hombre, levanto la cabeza rápido, mirando fijo el teléfono.

-¿¡Que!?- Se escucho del otro lado otra voz y seguido un golpe seco.

-¿Está bien?- pregunto el veterinario incrementando la curiosidad de la mujer.

-¿Quien?¿Que paso?.- preguntó ella.

- Isaac se desmayo.

𝑺𝑶𝑴𝑬𝑶𝑵𝑬 𝑭𝑶𝑹 𝑯𝑬𝑹 | 𝑇𝑒𝑒𝑛𝑤𝑜𝑙𝑓.  PAUSADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora