SOMEONE FOR HER -[🏹🦋🐺🔥]
Tras el llamado de su hermano, el que la ignoro por 17 años. Jannette vuelve a Beacon Hills para despedirse de su difunta hermana.
Enterándose en el mismo funeral que hay más Argents de los que piensa y que al parecer aho...
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|Jannette|
La noche estaba fria, nuestros corazones aún más.
El viento fresco calo por cada uno de nuestros huesos, haciéndonos sentir débiles. Tal vez lo éramos, ante los Onis, solo no teníamos el tiempo suficiente como para pensar en eso.
A esta manada, la perseverancia se le daba bien.
Corrimos hasta la meta y justo frente a nosotros, la gran pelea se extendía, rugidos, gritos y Katanas eran lo que se oía. Además de algunos quejidos de mis compañeros al sentir las hojas cortando su carne.
Sin pensarlo mucho corrí hacia ellos, y por más que ambos intentaran detenerme, soy rápida.
Tomando como ventaja los escalones delante de mío salte sobre la espalda de uno, haciéndonos rodar sobre el suelo y terminar por clavarle una navaja de plata en el pecho. El oni solo tardo segundos en desaparecer, dándome el paso hacia el siguiente.
Christopher e Isaac, para entonces, ya se habían integrado en la pelea.
-¿¡Que carajos hace ella aquí!?- se escucho el grito de Derek, que apesar de también estar luchando, no pudo evitar notarme llegar.
-¡Escapó!- le devolvió Isaac el grito.
-¡Sal de aquí jannette!¡Deja que nosotros nos encarguemos!.
- Muy tarde - hablé mirando mi siguiente presa, el oni con el que uno de los gemelos peleaba, se veía tentador - y, si no te importa,¿Podías tratar de no morir? Eso implica que te calles.
Asiendo caso omiso a los gritos de Derek, seguí peleando e intentando clavar flechas en lo hombres de negro.
La sangre de varios corrió por el suelo más no dejamos la pelear.
En un abrir y cerrar de ojos, ya estaba en el aire. El hijo de puta ese me había hecho volar, segundos después cai de golpe a suelo, haciendo sonar varios huesos de mí cuerpo. Sentí como cada parte de mí cuerpo comenzaba a hormiguear, como si miles de hormigas inexistentes picotearan mí piel haciéndola arder. Tal vez era la adrenalina, o mis inmensas ganas de matar aquel oni que acuchillaba a Derek, del otro lado de la pelea.
Nada importo más en ese momento que ayudar a mis amigos, a mi manada. Tan pronto vi como el pelinegro volvía a reponerse, me sentí libre de seguir luchando.
Escuché quejido y gimoteos, así también como gritos e insultos. No podía ver a mi alrededor, estaba enfocada en el oni frente a mi, en un último movimiento clavé la flecha sobre su máscara y este desapareció.
Agitada, miré hacia todos lados en busca del siguiente, tomando la siguiente flecha del estuche en mí espalda.
Gire hacia los lados, buscando, pero entonces lo sentí, las hormigas se expandieron por todo mí cuerpo y cuando mí mirada encontró a los chicos, pude ver como ya nadie peleaba, no porque no quisieran, sino porque era la única de pie.
