❀Ocurra lo que ocurra, aún en el día más tormentoso, las horas y el tiempo pasan❀
William Shakespeare.-¡Mamá!¡Papá! Ya estoy aquí -alzo la voz a la vez que cierro la puerta detrás de mí.
-Estamos en la cocina, cielo -anuncia mi padre.
Sonrío caminando hacia la cocina. Al entrar corro a sus brazos aún sonriendo y me corresponden enseguida.-¿Pero qué te pasó, Ronnie? -cuestiona mamá al ver las pintas que llevo.
-¡Feliz año nuevo! -los abrazo fuertemente ignorando la pregunta de mamá.
-¡Feliz año nuevo, mi princesita!
Me separo de ellos mirando a mi padre.
-Papá, no tengo cinco años. Ya crecí.
-Siempre serás mi princesita, por mucho dieciocho que tengas -pellizca mi mejilla.
-En eso tu padre tiene razón -se une mi madre pellizcándome la otra mejilla.
-Basta -doy un paso hacia atrás sonriendo -. Su princesita ya la cagó este nuevo año -anuncio dejándome caer en una de las sillas.
Mis padres no paran de sonreír y me acompañan sentándose frente a mí.
-Eres hija de tu padre. ¿Tiene algo que ver el hecho de que parece que te bañaste en un pantano? -comenta mi mamá.
-Dime que golpeaste a un chico.
-En las pelotas -sonrío al ver la cara de emoción de mi señor padre.
-Esa es mi chica.
-¿No la vas a regañar? -pregunta mi madre.
Y todo en la casa siempre es así. Mi padre apoya todas mis locuras siempre y cuando sean por un buen motivo y mi madre finge estar molesta aunque en el fondo esté de acuerdo. Y no estoy queriendo decir que la violencia sea justificada, sinceramente son pocas las veces a las que he recurrido a la violencia y la de esta noche era con razón y bien merecida para el idiota de Gael.-Nena, la niña seguro tiene sus motivos -me apoya papá.
-A ver, dame un buen motivo por el cual golpeaste a ese chico -ordena mamá intentando ocultar la sonrisa que quiere escapar de sus labios.
-Mejor os cuento desde el principio -me acomodo en mi silla y empiezo a contarle todo a mis padres. El hecho de que tenga confianza con ellos me llena de tranquilidad, desde pequeña me enseñaron que dejaría tener confianza con ellos ya que era lo mejor para mí y sinceramente estoy muy agradecida con que así sea. Siempre puedo pedirles consejos sobre cualquier cosa. ¿Ya veis por qué digo que son los mejores del mundo?
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¡No toques mi Diario!
Novela Juvenil-¡Devuélveme mi diario, idiota! -espeto molesta frunciendo el ceño. -¿No te ves grandecita ya para tener un diario? -Es mi vida y hago con ella lo que quiero -me acerco para arrebatarle lo que me pertenece pero lo eleva aún más alto. Dirán lo que...