Ella

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Pese a mi casi nula reacción a lo que me contó Olivia mientras la tenía de frente y trataba de asimilar que era ella quien había matado a Yoongi, al salir del hospital, aún estando alejada de Jimin pero ya alcanzándolo con la vista, me quedé quieta, inmóvil, y comencé a llorar exageradamente. Él me miraba, aún sentado en el banco, tratando de figurar de alguna forma en su mente qué era lo que había pasado dentro del hospital para después levantarse preocupado, y apresurado acercarse a mi figura inmóvil plantada en medio de la puerta de entrada del hospital psiquiátrico del que acababa de salir con una información tan impactante que no me permitía parar de llorar de incredulidad. Entonces Jimin llegó hasta donde estaba yo y me abrazó. Rodeó mi cuerpo con sus grandes y cálidos brazos, dejándome descansar la cabeza sobre su hombro mientras seguía considerándome incapaz de parar de llorar.

Después de unos minutos, cuando logré calmarme lo suficiente como para poder respirar con algo más de normalidad me separé levemente de Jimin, el cual me tenía fuertemente aferrada a él, y lo miré a los ojos. Él trataba de transmitirme tranquilidad, seguridad y confianza, mientras que yo sabía que en el fondo también estaba desconcertado por la situación. Lo conocía y sabía analizar sus miradas hasta ese punto.

-¿Estás bien? -Dijo, ahora un poco apenado. Yo no logré articular palabra, así que simplemente miré hacia otro lado y después hacia el suelo. Él pareció entender que no estaba lista para hablar. -¿Volvemos a casa? -Yo volví a mirarlo y meneé ligeramente mi cabeza hacia arriba y hacia abajo indicando que sí, que nos fuéramos ya de allí.

Llegamos a mi casa y lo primero que hice fue sentarme en el sofá. No tenía ganas de hacer nada. Ni de hablar, ni de moverme, ni de pensar. Entonces Jimin se sentó a mi lado, trasmitiéndome paz, y me miró. Pero yo no le miré de vuelta, tan solo me limité a apoyar la cabeza en su hombro, forzándome a no pensar ni recordar nada de lo ocurrido en el día. Estaba cansada, y, aunque realmente no tenía mucho sueño me forcé a quedarme dormida, sintiéndome segura con la cálida presencia de Jimin a mi lado, y teniendo claro que al día siguiente debería contarle todo lo que había pasado. Tal vez eso me ayudara a procesarlo.

Al día siguiente desperté en mi cama, con una manta por encima. Jimin debía haberme llevado, aunque no sé cómo pude quedarme tan profundamente dormida. Le eché un rápido vistazo al reloj en forma de gato que mi madre me había regalado cuando volvió de su último viaje para darme cuenta de la hora. Y vi que eran ya las 11:30 de la mañana. Decidí levantarme evitando cualquier pensamiento intrusivo sobre lo que llevaba un mes en mi cabeza. Yoongi y Olivia. Sobre todo ahora que sabía la verdad.
Bajé al piso de abajo y me encontré con Jimin, sentado en el sofá mirando el móvil.

-Hola. -Me sonrió.

-Hola. -Le di una sonrisa de vuelta y me acerqué un poco más al sofá en el que se encontraba. -¿Has dormido aquí?

-Sí -Dijo con una sonrisa algo apenada.

-¡¿En el sofá?! -El sofá no era tan incómodo, pero desde luego yo no dormiría ahí.

-Sí.

-¿Por qué no dormiste en mi cama? -Dije. Quiero decir, como si no lo hubiera hecho ya veces. Entonces sus cachetes se enrojecieron levemente.

-No sé, para no incomodarte supongo.

-No me incomodas ni me incomodarías, Jimin. Ya has dormido en mi cama varias veces, no tienes por qué preocuparte por eso. -Dije algo seria. Y entonces sonreí, le sonreí para relajar un poco el ambiente que había. Él me sonrió de vuelta. Entonces se dio cuenta de algo y habló.

-Por cierto, he hecho el desayuno. En realidad lo hice hace ya una hora, pero quería comerlo contigo así que esperé a que despertaras. -Dijo riendo.

-Gracias, Jimin. -Dije riendo también. Entonces ambos nos dirigimos a la cocina y vimos lo que Jimin había preparado. Tortitas. Me encantan, y lo sabe. Bueno, realmente, creo, que a todo el mundo le encantan.

Save your Tears [JungKook] (en proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora