Abrazo

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Los días pasaban, las clases empeoraban, el tiempo poco a poco se enfriaba pero a mí nada de eso me importaba. Me sentía por las nubes, me sentía flotando, en una burbuja, feliz. Aunque sinceramente no sabía muy bien por qué. Bueno, puede que un poco sí. 


Me levanté con muuucho sueño. Obviamente el haberme quedado hablando hasta tarde con Chae iba a tener consecuencias, pero eso no me importaba. Exactamente al día siguiente se cumplían dos meses desde el inicio de las clases, y la noche anterior había tomado, con la ayuda de Chae, una decisión  muy importante. 

Me vestí y salí, sabía que debería estar cansada, agotada y sin ganas de vivir, pero al contrario de la lógica estaba enérgica y despierta. Cosa incluso rara en mí. Me encontré con Kook en la entrada de su casa justo cuando él estaba saliendo de esta. 

-¡Soo! -Se asustó al verme- Que susto, ya me estaba mentalizando para esperarte cinco minutos en tu puerta. -Soltó, y yo me reí. Era verdad, siempre era él el que esperaba, siempre era yo la que tardaba. Pero ese día...Ese día simplemente no fue así. ¿Casualidad o alineación de los astros? ¿O tal vez era porque llevaba varias semanas más contenta de lo normal? - Bueno, vamos. 

Y nos fuimos. 

Cuando llegamos entré rápidamente al instituto, fui hacia mi taquilla, agarré los libros necesarios a una velocidad impropia de mi persona y entonces corrí a mi clase, corrí como si me fuera la vida en ello porque sabía quién estaría allí.

-¿Soo?- Dijo cuando me vio entrando por la puerta con la respiración entrecortada. -¿Cómo tú por aquí tan temprano?

Tan solo le sonreí y pasé hacia mi sitio. Dejé mis cosas bajo su atenta mirada y fui hacia el suyo. Entonces, y sin él esperarlo, le di un abrazo. Un abrazo cálido, un abrazo profundo, un abrazo que llevaba tiempo esperando. 

Antes los abrazos eran habituales entre nosotros, pero hacía tiempo que no. Hacía tiempo que el ambiente entre nosotros había cambiado, hacía tiempo que la presencia del otro, por mucho que quisiéramos disimularlo, nos provocaba nervios, risas tontas y miradas embobadas. ¿Que de quién hablo? Pues de Jimin, de quién va a ser.

-Uuuuuuu ¿y estooooo? -Gritó Chae entrando por la puerta, tan discreta como siempre. 

Me separé lentamente de Jimin y la miré.

-Hola Chae- Dije.

-Oh, hola -Dijo ella tan tranquila. 

Chae dejó sus cosas en su sitio, que estaba al lado del mío, y vino con nosotros a hablar. Bueno, en realidad se puso a hablar con Jimin mientras que yo le admiraba mientras hablaba. Todo en él me parecía perfecto en ese momento. Bueno, desde hacía ya tiempo a decir verdad.

-¿Soomin? -Dijo él riéndose, sacándome de mi trance y provocando que apartara rápida y bruscamente la mirada de su cara. 

-¿Sí? -Respondí.

-¿Vas a ir, no?

-¿A qué?

-Tía tu estás tonta -Intervino Chae.

-¿Yo ahora por qué?

-Llevamos diez minutos hablando de lo mismo. ¿Qué pasa que la cara de Jimin es tan bonita que te distrae o qué?

-Pues sí -Ups- O sea no. ¿Qué tiene que ver?

-Te he pillaadooo -Molestó ella. 

-¿Bueno me decís ya de qué estabais hablando o no?

-Hablábamos de la fiesta del sábado. -Dijo Jimin.

-¡¿Otra fiesta?! 

-Como si no te gustaran -Replicó Chae. 

Save your Tears [JungKook] (en proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora