Gun tuvo un muy mal primer día de clases en su entrada triunfal a la universidad, desde despertarse tarde, hasta entrar en el salón equivocado, pero, todo puede mejorar.
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Después de ver a su hermana gemela, desaparecer entre el gentío, Gun aún sigue riendo, hasta que algo, mejor dicho, alguien, llama su atención.
Pocos metros adelante, sentado en una mesa llena de chicos parlanchines, hay un delgado moreno que le sonríe apenas, de lado y con un encantador gesto que, por pura casualidad, Gun intercepta desde su asiento. El muchacho lo mira a los ojos, le saluda con dos dedos al frente y a Gun se le olvida parpadear, asimilando que es efectivamente a él a quien va dirigido tan casual y a la vez sutil saludo a distancia.
Antes de que pueda corresponderle, al menos, levantando una mano, un torso interrumpe su visión, llevando en manos una charola de comida.
—¡Hola compañero! —le saluda, una enorme sonrisa triangular de comisuras curvadas hacia arriba—. Mi nombre es Tay Tawan y este es mi amigo New. —entusiasta, el muchacho continúa. Gun repara en la presencia de alguien más a su lado hasta que lo menciona— ¿Podemos sentarnos?
Abrumado de información repentina pero siempre educada, Gun corresponde con un asentamiento y media sonrisa, dejando que el positivo muchacho se siente, junto a su más reservado acompañante. Los ubica como compañeros de su clase, además de que el nombrado Tay estuvo todo el primer periodo conociendo a cada alumno en el grupo y haciendo comentarios divertidos, aligerando así el ambiente de incomodidad típico de un primer día de clases en nuevo ingreso.
—Gun Atthaphan, mucho gusto. —se dirige a ambos, con cortos asentimientos que son recíprocos—. Tengo que decir algo ahora que puedo y antes de olvidarlo...
—Que fluya. —invita Tay, la pajilla de su jugo de arándano a milímetros de sus labios, un codo en la mesa.
—Creí que eras chino. —suelta Gun, un poco divertido—. Pero luego te escuché hablar tailandés.
Tay suelta una carcajada sincera, incluso New sonríe sutil, mirando hacia abajo; gesto que nace al poner el castaño un brazo de forma descuidada sobre su hombro y atrayéndolo a sí mismo.
—¡Es hilarante, casi siempre es al revés!
—Siempre te pasa lo mismo... —un sutil susurro entre sonrisas escondidas.
—Oye, —se limpia una lágrima imaginaria de la mejilla—. Me agradas Gun Atthaphan, eres honesto y directo además de que eres el primero en retractar su impresión por mi tailandés y no mi chino mal enlazado. —le extiende una mano, siempre sonriendo— ¿Amigos?
Gun la toma con una sonrisa.
—Amigos.
𝕰𝖛𝖎𝖎𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ
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