capitulo 10 - Sanar.

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Los alumnos corrían como enjambres de abejas hacia el tercer piso entre risas. Al parecer una escena estaba ocurriendo.

- ¡Vamos, vamos! - Grita Blaise mientras nos arrastra.

- ¿A dónde nos llevas? - Pregunto curioso.

- ¡Algo interesante está ocurriendo en el tercer piso! - Sonríe como tiburón mientras sigue corriendo, con nosotros pisandole los talones.

- Eres una abuela chismosa, Blaise - Comenta con sorna Pansy.

El niño italiano solo ríe a carcajadas por la comparación.

Pronto llegamos hacia un gran grupo de estudiantes reunidos en el enorme pasillo.

Nos hacemos paso entre la multitud para poder ver qué está pasando.

Una voz resonó con fuerza entre la multitud - No hay razón para que te niegues a que revisemos la puerta, Dumbledore - Era Lucius Malfoy vistiendo una túnica negra con un escudo del ministerio en el pecho. A su lado hay al menos 11 magos con la misma tunica, todos ellos al rededor del director. 

- Me temo que no puedo dejarlos pasar - Dice solemne Dumbledore.

- ¿Que no podemos dices? - Gruñe un anciano y agrega con una risa - Podemos entrar a cualquier lugar de este colegio te guste o no - 

Ante eso los ojos de Dumbledore pierden brillo y se ven helados.
El director se aparta de la puerta dejando que los embajadores revisen la puerta.

Lucius Malfoy se adelanta y con su bastón susurra un suave 'alohomora' y la puerta se abre de golpe.

Los estudiantes que observaban todo de cerca chismeando entre si, se congelaron cuando la puerta se abrió. Desde la entrada seis pares de ojos enormes observaron a la multitud. Sus fauces estaban abiertas exhalando humo y perdiendo baba. El animal abrió su gran hocico y  todos se horrorizaron cuando vieron sus dientes, estos eran tan largos como un brazo humano. 

En tan solo un segundo sin que nadie pudiera reaccionar a tiempo, el Cerbero saco una de sus cabezas por la puerta casi mordiendo a los ancianos del congreso. Pronto hubo gritos y caos por todo el pasillo del tercer piso. La multitud empezó a correr por sus vidas, por los fríos pasillos del castillo. 

Harry fue de los primeros en reaccionar en cuanto el cerbero saco la cabeza y saco a todos sus amigos del alcance del peligro. Doblaron sobre una esquina y se escondieron en silencio detrás de unas enormes armaduras. 

- ¡Un Cerverus! - Grita una mujer con horror - ¡Un Cerverus Dumbledore!, ¿En qué estabas pensando al poner a esa bestia en una escuela llena de niños? - 

- En una habitación pobre de seguridad cabe recalcar - Chista la voz de Lucius Malfoy - Cualquier estudiante mayor podría haber abierto esa puerta, director - Se escucharon pasos y un chirrido de la zuela parándose en seco. Casi como si se hubiera acercado demasiado rápido hacia Dumbledore. 

- Les advertí a los estudiantes que si entraban a esa puerta tendrían consecuencias - El director dice como si nada.

-  ¿¡Y te parece normal!? - Grita furiosa una anciana del grupo.

- ¿Que justificación tienes para mantener a esa bestia en la escuela? - Pregunta un hombre oyéndose muy exhausto de la situación. 

Hubo un latido de silencio antes de que la voz del director volviera a sonar - Está cuidando algo sumamente poderoso, que podría ser peligroso en manos equivocadas - 

- ¿peligroso en manos equivocadas? - La voz de Lucius se escuchaba peligrosamente baja - Pero la puerta que lo protege puede abrirse con un mero 'alohomora'? - 

El último de la línea BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora