Capitulo 19 - Familia.

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Bum.

Bum.

Bum.

Los latidos del corazón de Draco corren desenfrenados por sus oídos.
Su boca se siente seca y su respiración es fuerte y herratica. Él se encuentra en un estado de euforia total, con la adrenalina llenando cada poro de su ser.

El olor de azufre aún se siente claro en la habitación y casi podría oírse un alfiler caer entre tanto silencio.

Draco despierta de su ensueño cuando siente un estremecimiento a su lado.

Harry se veía pálido y con gotas de sudor recorriendo el camino desde su sien hasta el final de su barbilla, la cual ya está perdiendo esa grasa de bebé.

Draco se estremece sin poder controlarlo cuando la adrenalina va desapareciendo poco a poco de su cuerpo.

El chico pálido da un paso inseguro hacia atrás buscando con la mirada entre los presentes.

Ahí entre la multitud ve a quienes estaban buscando, ellos se levantan de un salto de sus asientos y corren hacia él y Harry.

Severus iba en cabeza con su rostro en blanco, ningún sentimiento o pensamiento se podría adivinar por ello.

Detrás de él siguiéndolo muy de cerca iba Regulus quien nos miraba con sus ojos brillando. Tenía el inicio de una sonrisa que es la que siempre hace cuando está aguantando las ganas de reír hasta quedar sin aire.

Los pasos apresurados de ambos se escuchan en todo centímetro de la sala y eso parece despertar a los presentes.

Recién ahí se atrevieron a volver a respirar si quiera.

Cientos de flashes resonaron por toda la sala y solo se escuchaba el sonido de plumas rasgando furiosamente docenas de pergaminos.

Severus y Regulus están a unos pasos de llegar a nosotros y abren sus brazos. Harry y yo nos abalanzamos sobre ellos sin pensar y todo empezó a dar vueltas.

Por el rabillo del ojo pude ver a Amelia abrir su boca para decir algo, pero nunca pude escuchar que fue lo que dijo.

Porque cuando la habitación dejó de dar vueltas ya no nos encontramos en el Ministerio.

Aire fresco y salado nos golpeó cuando aterrizamos en un baldío cerca del mar.

Harry estuvo apunto de caer de rodillas, pero las fuertes manos de Severus detuvieron su caída.

Estuvimos en silencio mirándonos durante unos segundos sin decir nada hasta que sin poder evitarlo partí en risas.

Las risas del rubio se escuchaba por toda la playa y retumbaba cuando se mezclaba con el golpe de las olas sobre rocas. 

Draco estaba agarrándose el estómago y riendo tan fuerte que derramaba alguna lágrima que otra.

Regulus también se unió a su sobrino largando una larga carcajada eufórica.

Severus y Harry se miraban entre si sin saber cómo proceder, así que esperaron a que ambos Black se calmen.

La risa de ambos poco a poco se fue deteniendo, pero las sonrisas nunca abandonaron sus labios cuando levantaron la cabeza.

- Eso fue lo mejor que he visto en mi vida - Exclama Regulus dejándose caer sobre el pasto del baldío.

El rubio niega con la cabeza divertido mientras limpia el rastro de las lágrimas que soltó.

Un suspiro cansado se escuchó y aunque no lo ví se que salió de mi padrino.

- ¿Que-que fue lo que...? - Dijo Harry sin saber cómo expresar lo que quería decir.

El último de la línea BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora