Baby honey

¿Celoso, Lou?

-¿Quieres quedarte a cenar? Podemos hacer algo, tengo pizza congelada- Ambos chicos se encontraban realizando el trabajo, bueno más bien Harry, Louis se limitaba a preguntar o decir que eso era aburrido.

-Okey, tengo hambre, mete la pizza-

-Qué mandón-Se quejó Harry mientras terminaba de hacer la última diapositiva.-Vamos Louis, no has hecho nada del trabajo, no es justo-

-Tampoco es justo que tenga que estar aquí aguatándote y mira donde estoy-

-¿Pero a ti que te pasa, Tomlinson? esto se trata de algo académico-

-Tenías la oportunidad de cambiarte y la desechaste- Hablo mirándose las uñas y con los pies subidos en la mesa.

-¿Puedes bajar los pies?

-¿Puedes callarte y hacer el trabajo?-
La paciencia de Harry poco a poco se iba consumiendo y llegó a la conclusión de cómo había llegado a pensar que sentía menos odio hacia ese chico, su única respuesta ahora es que odiaba a ese chico.
Harry se levantó rápidamente y dio un golpe a la mesa.

-Que demonios te pasa ahora- Tenía muy claro que odiaba a ese chico.

-¿Quieres saber qué me pasa?-Se levantó y se puso a la altura de Harry, pero claro él era más bajo así que elevó un poco la cabeza para mirarlo a los ojos.

-Si- Azul y verde conectándose.

-Tú-Dio un limpio golpe con el dedo en el pecho de Harry.

-¿Que?-La cara de confusión del rizado era muy obvia.

-Lo que me pasa eres tú, princesa- Se separó de Harry dejando una confusión enorme al ojiverde-Debo irme, nos vemos mañana- Y se fue antes de que el rizado dijera una palabra.

Estaba nublado, hoy iba a ser un día nublado y lluvioso, y recordar que tenía atletismo no ayudaba para nada en su estado de ánimo.

Ya se encontraba en el comedor esperando a sus amigos para tomar el desayuno y contarles todo lo sucedido.

Se sentó en su típica mesa y fue cuando ambos chicos llegaron.

-Hola damisela, estabas algo perdido- Hablo Zayn con pura alegría como siempre.

-La verdad, si, Tomlinson me va a volver loco-

-Así que, Tomlinson eh- Ambos chicos se miraron para luego mirar a Harry coquetamente.

-Ni se os pase por esa cabecita- Advirtió.

-Nunca digas nunca, vaquero- Y ambos fueron a por su desayuno dejando a Harry con la
palabra en la boca. De repente su cabeza se acordó de algo, que no tenía coche y por suerte o por desgracia tenía que irse con Tomlinson, que habían quedado a las 7:30.
Miró su reloj, 7:27.

Tomo sus cosas, se levantó de la mesa y fue corriendo a donde estaban sus amigos.

-Ey chicos, debo irme- Hablo muy apurado.

-¿No desayunas?-

-No, quede con Tomlinson, les veo en la
comida- Se fue corriendo.

-Con precaución- Chillo Zayn guiñando el
ojo y llamando la atención de todos, creando que la cara de Harry se tornará de un color rojizo. No iba a tener sexo con Tomlinson, ni siquiera sentía nada hacia el muchacho, solo odio y desprecio.