Baby honey

Noches de lunas de miel

Ambos chicos dormían plácidamente, cada uno en un lado de la cama, hasta que el teléfono de Louis comenzó a vibrar y a sonar como una cosa mala.

Harry también fue despertado por aquel sonido, así que miró con los ojos aún abriéndose, al chico que tomaba su móvil para ver quien era la persona que se dignó a llamar a estas horas de la noche.

-¿Quién es?- Preguntó Harry restregándose los ojos.

-Duérmete, son las cinco- Dijo el chico como si estuviera regañando a Harry por haberse despertado.

Harry al no recibir respuesta se escurrió en la cama como un gusano hasta el lado del otro chico, y poder ver quien estaba reflejado en la pantalla. Pero Louis fue más rápido y acepto la llamada.

-¿Si?-

Respondió este con voz dormilona.

-¿Papá?- Dijo un Louis muy sorprendido, se levantó de la cama para salir al salón. Harry vio como el chico se confundía con la oscuridad, y cómo su lado curioso no le permitía estarse quieto, se dedicó a seguir a Louis.

De vez en cuando Louis le hacía señas diciendo "vete a la cama" o "cállate" y Harry le devolvía las señas silenciosas con "¿que quiere?" "volvamos a dormir"

Todo bien hasta que la nariz pico y Harry estornudo, la cara de este mostraba disculpas y mientras que el de la de ojos azules hacía un gesto de que le mataría tras la llamada. A lo que el rizado respondió tirándole un beso. Louis tomó a Harry del brazo y lo llevó hacia el baño, para encerrarlo allí y poner una silla en la manivela.

-ABREME- Chilló Harry en aquel baño sin luz.
No había respuesta del contrario así que se sentó en el suelo, a oscuras, pues era la única opción barajable en este momento, ya que tenía muy asegurado de que al salir de allí no le dirigiría la palabra al chico.

Tras diez minutos a oscuridad comenzaba a cabrearse, estaba cansado, el suelo estaba frío, no le gustaba la oscuridad, le daba mucho miedo a ser verdad.

Abrazo sus rodillas y decidió que lo mejor era dormir allí. Hasta que al parecer el mundo lo escuchó y un Louis bastante arrepentido de sus actos abrió la puerta, para visualizar a un Harry abrazando a sus piernas, muerto de frío y a punto de dormirse.

-¿Ricitos?- Los ojos de Harry se abrieron por completo y cuando pudo verificar que la puerta del baño estaba abierta, se levantó bastante enfadado, apartó a Louis de la puerta y se lanzó directo a la cama, se metió entre las sábanas, dando así la espalda al otro lado de la cama. -Lo siento- Noto como el chico se acostaba a su lado, al punto de hacerle cucharita, abrazarlo por la cintura hasta posar su mano encima de la suya, y meter su cabeza en el cuello de Harry, para dejar unos pequeños besos.

-No- Se removió intentando alejarlo.

-Lo siento- Una sonrisita salió de entre los labios de Harry, era imposible cabrearse con Louis, pero lo fingiría un rato más para seguir recibiendo ésa atención.-Era importante, princesa-

-¿Y que? No tienes derecho a encerrarme a oscuras y sin aire caliente en el baño- Puso morritos.

-Es cierto, ¿como puedo recompensártelo?- Dejo otro delicado beso en el cuello de este, cosa que hizo que la piel de Harry se pusiera de punta.

-¿Que quería?-Hecho su culo hacia atrás para chocarse contra las partes bajas de Louis, que sin duda hizo gemir a Louis, y Harry sonrío porque su objetivo salió como el quería.

-Nada importante-

-Ya claro- Volvió a presionar y mover lentamente su culo en su zona íntima, algo que Louis no lo supo controlar muy bien, e hizo que todo su pene se levantara.