Nueva historia y abrirme a ti

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Lo único que acompañó a Harry esa mañana fue fiebre y muchos estornudos acompañados de paquetes de clinex, bueno y un par de maldiciones para Tomlinson.

Renegar fue su mejor amigo esa mañana, no pudo ir a clase, ni siquiera desayunar, ya que levantarse le producía un mareo que al segundo se veía en el suelo, y comer, significa ir corriendo al baño para desechar todo tipo de sustancia ingerida por su cuerpo.

Zayn le envío un mensaje preguntado por el motivo de la ausencia del rizado, por el cual respondió con un simple mensaje pero muy informativo que decía "estoy muerto"

Liam se lo tomó muy a pecho y subió corriendo hacia el cuarto de Harry para verificar aquello, lo cual por una parte, si lo fue, por que en cuanto Harry consiguió llegar a la puerta y abrirla, su palidez y su malestar se podía notar en otro planeta.

Su amigo tan dramático como siempre, lo agarro y mandó de inmediato a su amigo al sillón antes de que supuestamente le diera un "patatús", según Liam.

Tras esa visita bastante corta, ya que Harry no tardó en echar a sus amigos por culpa de su cuerpo que pedía estar solo y descansar lo máximo. Envío un breve mensaje informando a su madre de su malestar y otro mensaje a la universidad.

Durante aquella larga semana de fiebre no supo nada de su queridísimo enemigo Tomlinson. Ni si quiera se presentó a preguntar como estaba, o algo del estilo.

Era domingo por la noche, el lunes retomaría por completo sus clases. Se encontraba arropado en su cama, algo de fiebre, parecía un rosquito de nata.

Cada estornudo iba detrás de una maldición hacia Tomlinson. Su estornudo fue interrumpido por el timbre, Harry maldijo internamente, no estaba presentable ni sería capaz de levantarse a abrir la puerta, a quien sea que fuera a molestar a estas horas.

Renegando con cada paso que daba, la puerta era tocada con más ansias.

-¡QUE YA VOY!- Chilló Harry bastante harto.

Se apresuró en llegar a la puerta y en cuanto la abrió, un chico de ojos azules, entró corriendo y cerró la puerta de inmediato. La cara de Harry era de no entender absolutamente nada, en cambio, la de Louis era de preocupación y su respiración estaba muy alterada.

-Que coño haces- Agregó Harry elevando su tono de voz.

En cuanto esté hablo, Louis miro a su compañero con cara de pocos amigos y estampo su mano en la boca de este. Dejando a un Harry apoyado en la pared, y un Louis muy cerca, con la mano en la boca del contrario.

-Callate, Styles- Susurró.

-TOMLINSON, ¿DONDE ESTÁS?- Una voz bastante grave, seguramente la de un varón.

La cara de Harry, era de pura confusión, así que apartó la mano de Louis.

-¿Que mierda es esto?- Exigió explicaciones.

-En cuanto se vayan te daré explicaciones, ahora por favor, mantén el pico cerrado-

Harry se encontraba bastante mareado, toda esta situación y su resfriando, era demasiado para él. Su cuerpo no era capaz de mantenerse en pie, y no aguantaría durante más tiempo. Así que se desplomó en el suelo, pero los brazos de Louis consiguieron sostenerlo antes de que rozará por completo el suelo.

-Oh, no no no, Styles ahora no, que te pasa, despierta ey ey- Le dio un par de cachetadas en la mejilla. -Styles, por favor- Lo tomó del cuello, de las piernas y lo levantó como suelen levantar los príncipes de Disney a las princesas.
Se dirigió al sofá y lo dejó caer con cuidado. Miro el aspecto del chico, labios morados, frente caliente y manos frías, de seguro tenía fiebre, así que fue corriendo hacia el cuarto de este en busca de una manta. Encontró una en la cama. En cuanto la tuvo en sus manos, corriendo arropó a su enemigo.
Se dirigió hacia la cocina para tomar un paño de agua fría, y poder instalarlo en la frente del chico de ojos verdes. En cuanto todas sus instrucciones mentales se realizaron, se quedó bastante preocupado mirando a Harry, desde el suelo.

Baby honeyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora