[☆] 𝗦𝗣𝗥𝗘𝗘𝗡 𝗛𝗢𝗡𝗘𝗬 › 𝖲𝖯𝖱𝖤𝖤𝖭 𝖡𝖮𝖶𝖫

𝗥𝗢𝗕𝗟𝗘𝗜𝗦 𝗫 𝗦𝗣𝗥𝗘𝗘𝗡

𝗔𝗡𝗚𝗦𝗧. 𝗦𝗠𝗨𝗧. F0ul1x (Tu pedido, espero te guste, corazón☆) TORTILLALAND 2 + KARMALAND 5. (agregado mío, espero no te importe) THE OTHER (WO)MEN

La pareja de Robleis y Spreen ante la vista de los demás es hermosa, y ante la vista del hibrido también, nunca se había enamorado tanto como lo ha hecho con robléis, su relacion es sana, tranquila y se apoyan en lo que sea. Amaba a su actual novio, es la persona mas maravillosa que existe, lo adora. Estaba seguro de que su novio pensaba igual ¿Estaba seguro?, claro, ¿Por que dudaría?, eran ambos felices, sus amigos y empleados lo veían y estaban tan feliz de que por fin allá encontrado esa persona especial. Hasta sus padre se sorprendieron de que tenga novio, ya que siempre decía que nunca se iba a enamorar, al principio su padres vegetta, no lo acepto, pero con el tiempo se fue llevando bien con el, era algo que el nunca cambiaria.

Que mal que su novio no piense igual.

Movía sus pies como adolescente enamorada, acostado boca abajo en su cama mientras tenia una pequeña llamada con su novio, los latidos de su corazón estaban en sus oídos, escuchándolos latir con velocidad al escuchar la voz de su asombroso novio.  Le encantaba hablar con el siempre, aun cuando no estuvieran juntos, su sonrisa era tan boba y sus ojos brillaban increíblemente.

Escucho unos murmuro desde la otra linea, murmuro bastantes raros. Ignorando aquello, su novio colgó la llamada, sin despedirse o decirle un "cuídate", cómo siempre lo hacía. Creía que estaba muy cansado por el día que había pasado y le resto importancia. Cómo siempre hacia.

Apagó su celular, dejándolo a un lado de él, para recostarse en la cama, cerrando los ojitos empezando a soñar con los momentos que pasaba con su novio, era tan feliz al lado suyo, que sabía que el no era capaz de engañarlo o hacerle algo malo.

Digo, sus padres lo adoraban, era el chico perfecto para él y nunca dejaría de pensar que el es el chico indicado para él.

｡･ﾟﾟ･˚‧⁺.

El híbrido rebuscaba en su armario ropa para salir , quería darle una sorpresa a su novio por San Valentín, sería algo muy lindo sorprenderlo en su casa con un regalo, puesto que lo único que hicieron por San Valentín fue coger, no se sentía especial, ni siquiera se sintió bien, simplemente no sintió nada, pero estaba feliz de que su novio estuviera feliz.

Tomo unas prendas que su pareja amaba, un abrigo de cuello largo negro y unos pantalones negros con detalles blancos, juntos a unos tenis cualquiera que combinada junto a ellas. Estaban tan feliz, había pasado todo el fin de semana en ese regalo, esperaba con ansias que a su novio le gustará.

Tomo las llaves del auto de su padre, avisando antes de tomarlas. Dejo el regalo en la parte trasera y se subió en la parte del conductor, empezando su viaje a la casa de su novio. Seguramente estaría en el sillón viendo alguna serie o una película.

Tomándole algunos minutos para llegar, vio el auto de Robleis afuera del garaje, se suponía que el no saldria ese día, aún que seguramente lo saco para lavarlo. Estacionó el vehículo detrás del otro y salió del auto, tomando el regalo en brazos.

Busco debajo de una pequeña piedra que había cerca la llave, encontrando la con éxito, cuando la introdujo se dió cuenta que estaba abierta, algo sumamente raro para él castaño que vivía encerrado. Guardo la llave y con cautela entro a la casa.

El sonido entro en sus oídos como una ráfaga de viento, escuchando suspiros y gemidos provenientes de arriba, su mente pensaba lo peor. Subió las escaleras con el mayor silencio que pudo, escuchando los gemidos cada vez más fuerte, la puerta de la habitación estaba semi abierta, dónde pudo apreciar a su querido novio cogiendo con un chico que nunca en su vida vió.

De la sorpresa dejo caer la caja en el suelo, llamando la atención de ambos amantes detrás de la puerta, principalmente de quién pensaba que era su novio.

—S-spreen..— mencionó nervioso, sin tiempo a reaccionar el híbrido salió de aquel lugar, bajo las escaleras con tal rapidez que casi se cae en el último escalón.

Sus ojos querían llorar de solo recordar ka imágen, entro al auto de su padre y arranco sin más. Estaba destrozado, se sentía traicionado, y lo peor de todo es que seguramente ya lo sospechaba pero trato de ocultarlo siempre que la vida le daba señales de esa infidelidad.

Este capítulo está más improvisado que mi nacimiento.
Perdón por eso, quería subirlo hoy si o si, después quizás lo re escribo.

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