10. DE VUELTA A LA OSCURIDAD

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(🚬)


Cuando Jason volvió a despertar en la mañana era casi medio día, abrazaba con su abrazo izquierdo el cuerpo desnudo de Rachel la cual dormía tranquilamente en su pecho. Sonrió, dándole un beso en el cabello al recordar la mañana tan apasionada que ambos había tenido.

Recordando los besos, los suspiros y los gestos que le había robado a Rachel. Recordando todo.

Estaba tan metido en sus pensamientos que al sentir a Rachel moverse levemente entre sus brazos volvió en si, también percatándose que estaban tocando la puerta del departamento y el ruido era lo que por un momento casi despierta a la pelimorada.

Joder, ¿Quien sera?

Aún adormilado sale de la cama con cuidado, colocándose el boxer y el pantalón con pereza, hasta que al abrir la puerta luego de varios toques más se encuentra a Bruce del otro lado de la puerta. El hombre estaba vestido con un traje gris, se encontraba imperturbable o eso parecía ser hasta que él abrió la puerta de un tirón.

—Oh, maldición...

El bueno ánimo con el que Jason se había levantado se evaporó tan rápido que la inminente rabia empezó a crecer en su interior al ver a Bruce al frente de su casa.

—Entonces es verdad. —habló Bruce, mirandolo de arriba a abajo— Estas vivo.

—No. Lo que esta enfrente de ti es un puto fantasma, viejo. —se burló, sarcástico mientras se apoyaba en la puerta para que Bruce no pudiera pasar.

Bruce endureció el rostro— Dick me dijo hace algunas horas que vives aquí desde hace un tiempo junto a Rachel Roth, una de la chicas que vive bajo la tutela de él, ¿me equívoco?

—Vivía. Ahora vive conmigo. —corrigió, dándole una sonrisa torcida.

Un silencio se instaló en el lugar por algunos minutos después de aquel comentario, hasta que Bruce habló de nuevo, vacilante.

—Jason...

—Dejémonos de hipocresías, Bruce. —le retó— ¿Que haces aqui? ¿Para que viniste? A decir que estabas muy triste por mi muerte pero que, meses despues me remplazaste por un chiquillo. ¡Y, oh, sorpresa! ¡Te olvidaste completamente de mi! —le reprochó con enfado.

—Jason, eso no fué así. Si dejas que te explique...

—No hay ninguna explicación para algo así, Bruce. —interrumpió con frialdad— Lo ví todo el día que fui a la mansión y te ví muy contento con ese niño.

—Hijo...

—¡No me digas "hijo"! ¡No tienes ningún derecho a hacerlo, Bruce! ¡Ninguno! —apretó el marco de la puerta con fuerza, con teniéndose de ir contra él— ¿Sabes qué? ¡Vete a la mierda, Bruce!

—Jason, solo quiero hablar...

Y por un segundo, la ira en Jason creció exponencialmente hasta que se separó de la puerta y arremetió contra Bruce, tomando del saco con brusquedad.

—¡Vete de mi casa, Bruce! ¡Largo! ¡¿Acaso no entiendes esas simples palabras?!

Bruce suspiró, quitando las manos de Jason de su saco y asintió, dándose la vuelta para desaparecer por el pasillo no sin antes decirle unas últimas palabras.

—Vendré mañana, Jason. Y tendrás que escucharme.

Jason sonrió con burla, cerrando la puerta. Al darse la vuelta para volver a la habitación y hacer como si nada hubiera pasado se encontró a Rachel, con sólamente una camisa blanca y su ropa interior inferior, estirandose mientras bostezaba.

𝐌𝐘 𝐃𝐄𝐌𝐎𝐍𝐒, JAYRAE ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora