Esa Virgen Fue Mía [EDITANDO]

Especial

Muchísimas gracias a todos por los 20 millones de visualizaciones en EVEM y el millón en EVSM. Por ello y de regalo navideño, este especial. Os adoro, un millón de gracias por todo.

Marco y yo miramos a los mellizos que la enfermera nos había dejado en mis brazos

―Enhorabuena son preciosos

Entré el cansancio de llevar diez horas de parto y el dolor que tenía en todos los músculos por haberme puesto pesada en que los quería de manera natural y no por cesárea, casi no oía lo que todo el mundo hablaba alrededor de mi. Sólo estábamos ellos dos y yo. Chiara llevaba un gorrito amarillo y Oliver uno verde, se revolvían perezosamente entre mis brazos y yo no era capaz de articular una palabra. 

Fue como un flechazo. El más fuerte que haya podido sentir en mi vida. Solo podía sentir amor hacía aquellas dos miniaturas que tenía entre mis brazos y que estaba viendo por primera vez en mi vida.

Miré a Marco un segundo y le vi llorando tapándose la cara con las manos

―Marco...

―S-son....son nuestros hijos

Asentí llorando― si

―Si le dices a alguien que me has visto llorando, me les llevaré conmigo y nos mudaremos muy lejos

Reí― Vale, tranquilo nadie sabrá que tienes la capacidad de llorar

―¿Puedo...?― preguntó acercando sus brazos y yo le acerqué a Chiara

―Es preciosa, es....― empezó a acunarla mientras yo le rozaba la manita a Oliver, él la movió y agarró un dedo mío. ― es igual que tu Olivia

―Es muy pequeña todavía...

―Es igual que tu― repitió mientras la acariciaba los carrillos―......soy padre

―Eso parece― murmuré― bueno, no sabes, a lo mejor viví mi vida loca y tu solo eres la coartada

Marco me miró confuso― ¿Diana eres tú?

―¿Tendría que haber dado a luz ya, no?― pregunté con sarcasmo y Marco rio

―Sí, cuando nazca que me llame

Oliver estornudó y yo sonreí

―No me puedo creer lo guapo que eres

―Liv...que acabas de dar a luz― respondió Marco fanfarrón y yo solté una carcajada

―Se lo decía a Oliver....prepotente

Marco se sentó en la silla de al lado― No me hago a la idea de tener que compartirte con otro hombre― le cogió la mano a Oliver― que sepas que yo la vi primero

Chiara bostezó y Marco la apoyó en su pecho― Va a ser igual de dormilona que tú

Reí y oí como alguien rascaba la puerta― Deja entrar a la bestias― murmuré 

Marco me tendió a Chiara y yo la acaricié la pelusilla castaña que tenía por pelo mientras Marco abría la puerta

―Exijo ver a mis sobrinos― se quejó Aiden― llevo en este hospital desde antes de que llegaráis vosotros y quiero verles

―Vale, vale fiera, pero con cuidado que Liv está cansada y...― le movieron a un lado y Grace, Aiden, Gavin, Ellie, Hannah y Dante invadieron la habitación de hospital

―¡Ahhhhh!― gritó Ellie― son adorables

Oliver empezó a llorar por el ruido y Marco corrió a la cama

―Oh mio dio....― dijo en italiano― ¿Y si se ha quedado sordo del grito? Ahora voy a llamar al médico para que....

―Marco...tranquilo creo que solo tiene hambre

Su cara se relajó y miró a Chiara que seguía dormida en mis brazos― Definitivamente es digna hija de su madre, no la despierta ni un terremoto

―¿Puedo cogerlees? ¿Por favoor? ―suplicó Grace mientras Dante y Aiden se arremolinaban alrededor 

―¡Gané! ¡Gané! ¡JA-JA te lo dije!― chilló Aiden señalando a Dante― Me debes veinte pavos

―merda....

―¿Qué os habíais apostado?― susurré viendo con terror como Chiara se empezaba a despertar

―Dante decía que se iban a parecer a Marco yo a ti, son clavaditos a Liv, te jodes, los veinte pavos, ahora

Dante refunfuñó y le tendió el billete― Toma, pero cállate ya

Hannah cogió a Chiara y la acunó para que no se despertara y el hecho de ver a otra persona con mi hija en brazos me activó un instinto que hizo que me quedara fijamente analizando cada movimiento que hacía con ella en brazos

―Paul está Hunter y Adam...bueno

―Ha dejado embarazada a Naomi― soltó de sopetón Ellie que parecía alegrarse de la noticia― por meter el pene donde no se debe― Marco y yo nos miramos y Ellie reculó― no vosotros, vosotros bien, ellos...me estáis entendiendo

―Ahora me apetece tener yo...― Grace miró a Aiden que se le borró la sonrisa

―No hombre no, ahora no, seremos durante unos años los tíos enrollados que no tienen que cambiar pañales y acaban de volver de luna de miel ¿Qué te parece?

Grace hizo pucheros y Aiden resopló― Grace...hasta dentro de un par de años, lo hemos hablado

―Lo sé, pero, es que mírales son adorables

―Nos les hemos pedido nosotros el finde que viene― avisó Dante― nosotros vamos a ser los tíos enrollados 

Aiden y Grace abrieron la boca indignados― Eh, eh, dejemos claro que la familia materna siempre es la mejor, somos nosotros

―Oh no, somos nosotros, está claro que...

―Os queréis callar ya...que dolor de cabeza― se quejó Gavin

―¿Tu no quieres uno?― le picó Hannah y él negó

―No gracias, los niños no son lo mío

―Oh venga alguno querrás tener, aunque sea con cuarenta

―Mmmm no creo, a no ser que me salga algún niño perdido por ahí, mi herencia se la dejaré a esos dos― señaló a Oliver y Chiara― ¿Os lo imagináis? Gavin Miller con un crío, nah, paso

Marco y yo nos miramos― Ya te llegará, ya...

―Nadie está tan loco como para tener dos con veintidós me da a mi― dijo Dante― sois unos valientes

―Estamos locos― añadí yo― pero ahora no lo cambiaría por nada― le di un beso a Oliver en la cabeza

Ellie me tendió un horario― Te explico como nos les vamos a rular para que todos les tengamos

―Ellie, mis hijos no son una tablas de quesos

―Mmmmm, ya, pero son como los primeros sobrinos de todos, así que...― miré el horario en el que cada pareja tenía un color y se habían puesto horas

―¿Aiden y Grace todos los domingos?

―¡Eh los domingos eran para nosotros!― gritaron Ellie y Dante― Los sábados son vuestros

Marco se acercó a mi y me dio un beso en la cabeza

―Estoy muy orgulloso de ti 

―Acabo de estar diez horas sintiendo que me iba a partir en dos para traer a tu descendencia al mundo, espero que lo estés― bromeé

―Te quiero― me dio un beso― y ahora voy a quitarles esa hoja a esos cuatro antes de que se maten

―¡Traed esto, está hoja es mía! ¡Y los niños también!

―Que manía tiene Marco Ricci con decir siempre que todo es suyo― dijo Gavin riendo―Esa hoja es mía....

―Esos niños son míos....― siguió Dante

―Y esa virgen es mía― acabé yo. Marco se giró, me guiñó un ojo y yo le sonreí