34.Volver

251K 18.8K 6.7K
                                    

Al instante correspondió el beso y se apoderó de mis labios de manera posesiva. Ambos necesitábamos más del otro y yo no conseguía besarlo con toda la fuerza que quería para expresar lo que sentía.

Ese beso fue un te echado de menos, un te necesito y un no me voy a volver a separar de tu lado.

Ninguno de los dos quiso cortarlo, lo único que queríamos era más el uno del otro y permanecer así infinitamente.

Pero finalmente con la respiración entrecortada nos tuvimos que separar para coger un poco de aire, aunque morir afixiada en sus besos es la mejor muerte que puedo desear.

-Yo...ha sido un impulso lo sien....- no me dejó terminar y volvió a unir su boca a la mía, dios mío, no recordaba lo bien que besaba.

Pero mi cuerpo pedía más y una vez más como si pudiera saber lo que estoy pensando metió una mano por dentro de mi blusa y acarició mi espalda a lo largo de mi columna lo que me provoca un agradable escalofrío y yo me apreté más a él.

-Te necesito Olivia- murmuró contra mis labios y mi respuesta fue intensificar el beso.

Sus manos se desplazaron hasta mi escote dónde comenzaron a desabrochar los botones y yo descendí hasta su cuello y empecé a besar y mordisquearlo levemente.

La verdad es que el sexo con Mark no era muy bueno, no comparado con Marco pero aprendí a encontrar los puntos débiles de los chicos.

Así que como era de esperar Marco se paró unos segundos y se le escapó un gémido y este sonido me volvió a parecer el más excitante que había escuchado en mi vida.

Volví a subir a besar y le agarré por el cuello de la camisa para guiarle hasta mi habitación.

Una vez allí me volví a poner nerviosa, como aquella chica de diecisiete años cuando estaba apunto de hacerlo por primera vez. Él tiene la capacidad de volverme a transformar en ella, de hacer que olvide los últimos años, de volver a transformarnos en aquellos adolescentes y hacer cada momento tan especial como el primero.

Puso sus manos sobre mi culo y lo apretó suavemente mientras comenzaba a rozar con la punta de la nariz mi mandíbula y depositó pequeños besos por mi cuello.

Hice amago de desabrocharle la camisa pero rocé el vendaje y hizo una mueca de molestia.

-Marco, necesitas recuperarte y no puedes hacer esfuerzos- hice un parón y solté un gémido por que el no había parado de besar mi cuello y ahora estaba intentaod hacerme un chupetón- y sigues con dolores así que alomejor....- pero no pude continuar por que absorbió un poco más y ahogué un jadeo.

-La mejoe cura que tengo para el dolor eres tú- y bajó la cremallera de mi falda completamente la cuál cayó al suelo y yo la eché a un lado de la habitación con un movimiento.

Desabroché su camisa y rocé delicadamente las líneas de su divino torso con cuidado de no rozar ciertas zonas que pudieras ser dolorosas.

-No tengas miedo a tocar- me susurró al oído haciendo que me estremeciera- soy todo tuyo y lo único que quiero son tus caricias.

Poco a poco bajé la mano hasta su bulto y comencé a acariciar por encima del pantalón y él cerró los ojos y maldijo.

No me dejo mucho tiempo por que me cogió delicadamente y me dejó en la cama.

-Marco te vas a hacer daño...-  ignoró mi comentario, rápidamente me quitó la blusa y posó su boca en mi sujetador.

Con los dientes bajó una de la partes para dejar un pecho al descubierto y comenzó a mordisquear el pezón mientras hacía circulos por encima de mi ropa interior justo encima de mi centro.

-Marco...- gemí al instante

Desabrochó agilmente el sujetador y comenzó a descender depositando besos por mi vientre hasta llegar al borde de la lencería y comenzó a recorrerla con la lengua torturando y mi cuerpo se arqueo suplicante.

Lentamente la fue retirando mientras me miraba a los ojos desafiante, le vi relamerse y en el momento en el que su boc hizo contacto con mi clitoris no pude evitar un gémido más alto de lo que controlé.

Comenzó a mover su lengua en círculos y yo me aferré a las sábanas como si la vida y la cordura me fuera en ello, sientiendo que si me soltaba mi mundo iba a ceder.

Absorbió mi clitoris mientras introducía un par de dedos que empezó a mover lentamente.

-Marco.....- conseguí articular

-¿Quieres que pare?

-Ni se te ocurra- sus con la lengua se hicieron más agresivas y yo cerré los ojos y me mordí el labio

Aumentó el ritmo de los dedos y noté que el orgasmo se aproximaba dando zancadas hacía mí, como un terremoto.

Apreté todavía más las sabanas y la bomba de placer explotó dentro de mi.

Marco se separó con una sonrisa viendo mi cara mientras me retorcía por la restos del orgasmo y se quitó el pantalón con los calzoncillos.

Y casi sin darme tiempo a recuperarme y por sorpresa se introdujo en mí con un gemido de satisfacción.

-¡Marco!- comenzó a moverse lentamente, adaptándose a mí y en  el momento en el que se acomodó empezaron las embestidas más profundas y rápidas.

Me aferré a su espalda aún evitando tocar zonas vendadas.

Las corrientes de placer puro que arrasaban todo mi cuerpo me iban a hacer perder la razón y sus gémidos mezclados con los míos hacían un sonido perfecto.

Nuestros cuerpos se complemetaban a la perfección y ambos sabíamos que movimientos debíamos haber para excitar al otro, como si tuvieran memoria.

-Olivia- dijo con voz ronca- no a aguantar mucho más, necesito saber que estás cerca.

-Lo...ah...estoy- aumentó aún más la velocidad mi cuerpo se arqueo de nuevo hacía él y se metió un pezón en la boca.

El orgasmo estaba muy cerca, se acercaba arrasando todo a su paso, sus movimientos se volvieron más torpes y pesados y ambos llegamos al climax entre jadeos.

Esa Virgen Fue Mía [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora