por Kristen Clark
Todavía recuerdo la lucha como si fuera ayer. Era soltera, a comienzos de mis veinte, y plenamente consciente de mis anhelos y deseos sexuales. Esperar hasta el matrimonio para experimentar el placer sexual me parecía una meta inalcanzable. Yo sabía que Dios me llamaba a defender la pureza en mi corazón, en mi mente y en mis acciones, pero sentía que era demasiado difícil. Me parecía imposible. Casi como un juego de espera cruel. ¿Por qué me daría Dios estos fuertes deseos sexuales siendo soltera y sin un medio para expresarlos? Con frustración en mi corazón,permití que mi mente divagar a por lugares pecaminosos. Los pensamientos sexuales invadían mi imaginación, y cuando menos pensé estaba cediendo ala autocomplacencia carnal... otra vez. En esos momentos difíciles, mis deseos sexuales parecían más una maldición que una bendición.
Si en este momento luchas con anhelos y deseos sexuales, puede quesientas lo mismo que yo sentí en aque l entonces. Confusión. Frustración.Desánimo. Puede que incluso sientas que eres la única chica cristiana que al parecer no logra controlar sus deseos sexuales. Recuerdo esos sentimientos con toda claridad. Sin embargo, con el paso del tiempo, mis ojos se abrieron a una realidad que transformó mi vida. Yo no era la única chica cristiana enel mundo que luchaba con deseos sexuales y lujuria. A medida que leía libros y artículos cristianos acerca del tema de la pureza sexual, me di cuenta de que los deseos sexuales son parte de la experiencia y de las luchas de cada persona. También aprendí que la lujuria no era solo un problema de"chicos", sino un problema humano. Y en el sentido más amplio,comprendí que la lujuria era un problema de pecado.
Durante los últimos cinco años he trabajado en un ministerio para jóvenes cristianas llamado Girl Defined. Y durante este tiempo he recibido cientos de correos electrónicos de jóvenes cristianas que me piden ayuda para enfrentar sus luchas con el pecado sexual. Esto es lo que algunas me escribieron:
"Llevo mucho tiempo luchando con la pornografía, y no sé qué hacer.Me da vergüenza y me asusta que mi secreto se sepa. Necesito ayuda,pero no puedo conseguirla porque ve avergüenza demasiadocontarlo".
"La lujuria ha sido una lucha tanto en mi soltería como en mirelación amorosa".
"Mi mente es una zona de guerra. La lujuria invade mispensamientos casi de manera constante".
"La lujuria y la pureza no son temas que se mencionen o de los quese hable y enseñe con frecuencia. Como joven cristiana me sientoconfundida y frustrada. Necesitamos que alguien hable confranqueza y nos ayude a entender lo que dice la Biblia acerca deeste tema y cómo podemos llevar una vida pura delante del Señor,tanto física como mental y emocionalmente".
Todas, sin excepción, batallamos con la lujuria y el pecado sexual.Ninguna de nosotras está exenta ni fuera de su alcance. Ya seanimaginaciones lujuriosas, pornografía, masturbación, promiscuidad sexual,una relación inmoral con un hombre, deseos por el mismo sexo o algo más, una cosa es evidente. Nosotras, como jóvenes cristianas, luchamos con elpecado sexual y la impureza.
En vez de enfrentar de maneradespreocupada la lucha con nuestro pecado,es preciso que nos armemos para la batalla.Cuando experimentamos anhelos y deseossexuales, tenemos que estar alerta y discernirsi nuestros deseos honran a Dios o sonpecaminosos. En lugar de sucumbir a nuestrossentimientos y deseos, debemos examinarlosa la luz de las Escrituras para discernir lo que es verdadero y justo. Sinimportar cuánto disfrutemos hacer las cosas a nuestra manera endeterminado momento, Dios nos llama a honrarlo a Él por encima denuestros deseos. Puede que hacer las cosas a nuestra manera sea el himnode nuestra cultura moderna, pero esto no conduce a una vida íntegra ni a lalibertad sexual. En cambio, desvía más y más por el camino de la ruptura yla impureza sexual.
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Joven Verdadera (firme en un mundo que intenta seducirte)
Spiritual¿Hacia dónde va encaminada tu vida? El mundo te invita a dejarte llevar por su ola de placeres hasta arrastrarte a la destrucción, pero Dios te llama a hacer todo lo contrario. Su voluntad es que permanezcas firme en Su verdad, ¡Él te ha provisto to...