Apéndice B - Manifiesto de la mujer verdadera

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Creemos que Dios es el Señor Soberano del universo y el Creador de lavida, y que todo lo creado existe para Su deleite y para traerle gloria(1 Corintios 8:6; Colosenses 1:16; Apocalipsis 4:11). 

Creemos que la creación de la humanidad, como varón y hembra, fue unaparte intencional y maravillosa del sabio plan de Dios, y que los hombres ylas mujeres fueron creados para reflejar la imagen de Dios en formascomplementarias pero distintas (Génesis 1:26-27; 2:18; 1 Corintios 11:8). 

Creemos que el pecado ha separado a todo ser humano de Dios y nos hahecho incapaces de reflejar Su imagen como fuimos creados para hacerlo.Nuestra única esperanza de restauración y salvación se encuentra enarrepentirnos de nuestros pecados y confiar en Cristo quien vivió una vidasin pecado, murió en nuestro lugar y fue resucitado de los muertos (Génesis3:1-7, 15-16; Marcos 1:15; 1 Corintios 15:1-4). 

Reconocemos que vivimos en una cultura que no reconoce el derecho deDios para gobernar, ni acepta las Sagradas Escrituras como la norma para lavida y está sufriendo las consecuencias del abandono del diseño de Diospara los hombres y las mujeres (Proverbios 14:12; Jeremías 17:9; Romanos3:18, 8:6-7; 2 Timoteo 3:16).

Creemos que Jesucristo está redimiendo este mundo pecaminoso yhaciendo todas las cosas nuevas; y Sus seguidores son llamados a compartirSus propósitos redentores, en la medida que buscan, mediante Su poder,transformar aquellos aspectos de la vida que han sido manchados yarruinados por el pecado (Efesios 4:22-24; Colosenses 3:12-14; Tito 2:14). 

Como mujeres cristianas, deseamos honrar a Dios viviendo vidas contracultura que reflejan al mundo la belleza de Cristo y Su Evangelio. 

PARA TAL FIN, DECLARAMOS QUE...

Las Escrituras son el medio autorizado por Dios para instruirnos en Suscaminos y revelan Su patrón para nuestra feminidad, carácter, prioridades,roles, responsabilidades y relaciones (Josué 1:8; 2 Timoteo 3:16; 2 Pedro1:20-21; 3:15-16). 

Glorificamos a Dios y experimentamos Sus bendiciones cuando aceptamosy gozosamente abrazamos Su diseño, funciones y orden para nuestras vidas(1 Timoteo 2:9; Tito 2:3-5; 1 Pedro 3:3-6). 

Como pecadoras redimidas, no podemos vivir a plenitud la belleza denuestra feminidad bíblica, separadas de la obra santificadora del evangelio yel poder del Espíritu Santo que mora en nosotras (Juan 15:1-5; 1 Corintios15:10; Efesios 2:8-10; Filipenses 2:12-13). 

Tanto los hombres como las mujeres fueron creados a imagen de Dios yson iguales en valor y dignidad, pero tienen roles y funciones distintos en elhogar y en la Iglesia (Génesis 1:26-28; 2:18; Gálatas 3:26-28; Efesios 5:22-33). 

Estamos llamadas, como mujeres, a afirmar y alentar a los hombres en subúsqueda de expresar su masculinidad piadosa; y a honrar y apoyar elliderazgo que Dios ha ordenado en el hogar y en la Iglesia (Marcos 9:35;10:42-45; Génesis 2:18; 1 Pedro 5:1-4; 1 Corintios 14:34; 1 Timoteo 2:12–3:7).

El matrimonio, como fue creado por Dios, es un pacto sagrado, vinculantey para toda la vida, entre un hombre y una mujer (Génesis 2:24; Marcos10:7-9). 

Cuando respondemos humildemente al liderazgo masculino, en el hogar yen la iglesia, demostramos una noble sumisión a la autoridad, que refleja lasumisión de Cristo a la autoridad de Dios, Su Padre (Efesios 5:22-33;1 Corintios 11:3).

La insistencia egoísta de hacer prevalecer nuestros derechos personales escontraria al espíritu de Cristo quien se humilló a Sí mismo, tomando formade siervo y entregó su vida por nosotros (Lucas 13:30; Juan 15:13; Efesios4:32; Filipenses 2:5-8). 

Joven Verdadera (firme en un mundo que intenta seducirte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora