Once - Dios no me fallará

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Las promesas de Dios y la eternidad en nuestroscorazones

por Erin Davis

Mi plan era desalentar cualquier intento de conversación, pero micompañera de viaje en el asiento 12 no captaba mis señales. Viajabasola. En esas situaciones acostumbro ponerme audífonos y meterme delleno en la lectura en lugar de hacer nuevas amistades con extraños. Sinembargo, la mujer que se sentó a mi lado quería conversar. Nunca olvidarénuestra conversación. 

Conforme el vuelo seguía su curso, ella mecontó una historia desgarradora de pérdidas.Ella ha sufrido más de lo que la mayoría denosotras sufrirá jamás. Cuando ya terminabade contarme su historia y se secaba laslágrimas, yo sentí un nudo en la garganta. Nosabía qué decir. Al final logré preguntar: "¿Sonciertas las promesas de Dios?" 

Ella me sonrió y susurró: "Cada una de ellas".

Ese día, una mujer extraña me dio un regalo asombroso: esperanza en laspromesas verdaderas de Dios. Espero poner ese regalo en tus manos en este capítulo. Si nuestras preguntas acerca del futuro parecen un océano lleno deolas agitadas, las promesas de Dios son nuestro bote salvavidas.

MEJORES QUE UNA BOLA DE CRISTAL

Cuando piensas acerca del futuro, sé que te haces preguntas. Todas lastenemos. Quizás te preguntes...

• ¿Voy a casarme? Si me caso, ¿con quién me casaré? 

• ¿Voy a tener hijos? Si los tengo, ¿cuántos tendré? 

• ¿Qué carrera quiere Dios que emprenda? 

• ¿A qué universidad debo ir? 

• ¿Tendré la casa de mis sueños? 

• ¿Tendré los mismos amigos? ¿Haré nuevas amistades? 

• ¿Seré feliz? 

• ¿Gozaré de buena salud?

Dios ha dispuesto no darnos una bola de cristal.Ninguna de nosotras sabe lo que nos depara elmañana, el mes siguiente o el próximo año. Sinembargo, eso no significa que debamos caminar aciegas hacia nuestro futuro. Dios nos ha dado algomucho mejor que una bola de cristal. ¡Él nos hadado sus promesas! No podemos conocer cadadetalle de cómo va a ser el desarrollo de nuestravida, pero podemos descansar en la certeza de queDios nos ha prometido un futuro brillante. Voy apresentar cinco promesas de la Palabra de Dios, yoro porque ellas transformen la manera como te sientes respecto a tu futuro.Las he escrito en primera persona, de modo que puedes apropiarte de ellas.De hecho, ¿por qué no tomas una nota Post-it y las escribes? Luego, pégalasen un lugar donde puedas verlas con frecuencia y recordar las promesas deDios (como en el espejo de tu baño o en tu mesa de noche).  

Promesa #1: Dios no va a cambiar su opinión acerca de mí.

Hebreos 13:8 promete que "Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por lossiglos". 

Jesús no cambia. El Jesús del principio de los tiempos es el mismo hoy. Yel Jesús de hoy será el mismo en el futuro. Eso también significa que suamor por ti no cambia. Él lo ha descrito como un "amor eterno" (Jeremías31:3). Es un amor que es, que sigue y que continúa... para siempre.Sin importar lo que te depare el futuro, sin importar qué errores cometas,sin importar en qué pecados caigas en el futuro, sin importar cuáles sean loséxitos o fracasos que te esperen, Dios no va a cambiar su opinión acerca deti. Su amor por ti no se agota con el paso de los años. Puedes contar con suamor eterno presente en cada etapa de tu vida. 

Joven Verdadera (firme en un mundo que intenta seducirte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora