31

1.8K 231 5
                                    

Taeyong tenía las manos sudorosas y aún no sabía qué decir frente a Doyoung, con pocas o nulas esperanzas en una reacción positiva del chico a pesar de sus mentiras, lamentablemente en su cabeza estaba esa pequeña voz que le recriminaba una y otra...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Taeyong tenía las manos sudorosas y aún no sabía qué decir frente a Doyoung, con pocas o nulas esperanzas en una reacción positiva del chico a pesar de sus mentiras, lamentablemente en su cabeza estaba esa pequeña voz que le recriminaba una y otra vez que eso no iba a pasar.

Entró al lugar bastante intimidado por el gigantesco y elegante restaurante al que fue citado esa tarde. Muy lentamente se adentró, buscando entre las personas que se encontraban en el local al chico con el que vería por primera vez.

Recorrió con la vista distintas mesas hasta que encontró a un chico muy bien vestido que veía atentamente la carta de los helados.

Taeyong tragó duro y siguió su camino a pesar de lo que posiblemente podría recibir del chico. Tocó ligeramente el hombro de Doyoung para llamar su atención.

— Hola, ¿Eres Doyoung? — preguntó tratando de mantener la poca calma que tenía en ese momento al tener frente a sus ojos a un hermoso pelinegro

— Si — sonrió amablemente hacia el contrario — ¿Quieres una foto o una firma? — preguntó al notar que el chico no respondía nada y parecía temblar

— Emmm si — Taeyong mentalmente se golpeó la cabeza por la respuesta tan tonta que había dado en ese momento

Posaron para la foto y finalmente logró capturar un buen ángulo para ambos.

— G-Gracias

— A ti

Taeyong salió del lugar arrepentido por ser tan cobarde y no decirle la verdad al pelinegro, caminó hacia quién sabe dónde, ya que su concentración estaba en la situación que acaba de pasar.
Sin embargo, luego de unos cinco minutos después del incidente, Doyoung comenzó a llamarlo, ello lo hizo entrar en pánico.

No podía escuchar, su voz o todo se descubriría sin siquiera tener oportunidad de darle alguna explicación.

Esperó un momento a que el sonido que notifica una llamada cesara, para luego dirigirse nuevamente hacia el sitio excusándose de haber olvidado algo en su auto, que claramente no tenía.

Una vez más su celular sonó anunciando un mensaje, ignoró completamente aquello y siguió su camino hasta el chico de cabellos oscuros.

— Doyoung

— Oh hola, ¿Olvidaste algo?

— No, solo venía a decirte que Maribel no vendrá

— ¿Cómo sabes de ella? — preguntó un tanto inquieto por la información — Mierda — se sacó los lentes y lo observó directamente antes de enfrentar al chico de cabellos claros que tenía en frente — Eres un saessang, ¿Verdad? — había molestia y furia en sus ojos, realmente lo veía como una amenaza y el pelimorado no podía estar más confundido

— ¿Qué es un saessang?

— Yo pregunté primero — habló rápidamente — ¿Cómo sabes de ella?

— Es porque yo soy Maribel

Doyoung abrió los ojos ampliamente al escuchar las, mientras su mente intentaba convencerlo de la posibilidad de que el chico estuviese mintiendo o algo parecido

— Por favor no tengo tiempo para esto, agradecería mucho que te retires o de lo contrario tendré que llamar a seguridad

— Jungwoo...

— Esto tiene que ser una broma — se burló el chico con sarcasmo y una evidente molestia en su rostro — Ya me tienen harto con sus mierdas, ¡es mi puta vida! ¡Deja de meterte en lo que no te corresponde!

— Por favor cálmate — Taeyong se encontraba nervioso pues las miradas de los comensales se encontraban sobre el par de jóvenes quienes parecían estar en una discusión — Nos conocimos por Tinder, yo... yo mentí ¿De acuerdo? No hay Maribel Guardia, solo tomé las fotos de una chica de Instagram — el chico desbloqueó su celular y tan pronto como encontró el chat entre ellos, se lo mostró

— Entonces... Tú...

— Soy Maribel — Taeyong bajó la cabeza esperando un nuevo grito o queja de él pidiendo que se aleje de él

— Siéntate — pronunció el contrarió con un tono de voz bastante bajo — No quiero más atención sobre nosotros

Dicho esto, el chico se sentó frente a su acompañante y suspiró, rogando internamente que Doyoung pueda entender la situación un tanto confusa en la que se encontraba.

— ¿Por qué? — preguntó Doyoung fijando sus ojos en los de Taeyong

— Solo estaba jugando un poco en Tinder, creo que todas las personas lo hicieron alguna vez y..

— Jugando - el chico sonrió sarcásticamente - ¿Y en todo este tiempo no recordaste decirme la verdad o al menos pensarlo en hacerlo?

— Debí de hacerlo, pero estaba tan entretenido con ustedes que simplemente obvie el tema. Pensé que me dejarían de hablar por hacer eso

— Es lo que debería hacer, pero esta vez dejaré pasar ese punto. Solo quiero pasar mis días tranquilamente en este lugar — sentenció el pelinegro viendo la amplia carta de platillos

— Doyoung estoy agradecido con eso, pero siento que sigues molesto así que prefiero irme, no hay problema, solo dejémoslo así y olvida lo que pasó

Resignado el chico de cabellos claros, se levantó de su asiento para irse.

— Siéntate — pidió Doyoung prácticamente en súplica al darse cuenta de lo que había hecho — Lo siento por tratarte así, pero esto es muy difícil de digerir de un momento a otro

— Solo dejemos de hablar, fue un gusto conocerte — sin otra palabra Taeyong salió del restaurante con una molestia en la garganta y los ojos le picaban, sabía que sus lágrimas estaban próximas a salir.

Sin más Doyoung salió tras él, importando menos que nada las miradas que obtuvo cuando salió corriendo hacia la entrada.

— Por favor detente — pidió cuando estuvo lo suficientemente cerca del pelimorado — Lo siento, de verdad, lo siento. Creo que la molestia y la sorpresa no fueron una buena combinación

— Doyoung...

— Ten — el chico sacó de su bolso un par de cajitas y le sonrió esperando una respuesta positiva del chico que tenía frente a él — Te traje esto de Corea, son tus sabores favoritos

Taeyong sonrió un poco y cogió los dulces que Doyoung le estaba proporcionando en ese momento

— Tal vez puedas hablarme un poco más sobre esto y podría comprender la situación — continuó el más alto — Además, aún debo ayudarte con Jaehyun, ¿cierto?

El chico limpió las pocas lágrimas que resbalaban por sus mejillas y sonrió al escuchar el nombre del castaño que le había robado mil suspiros desde que lo conoció por Tinder.

TinderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora