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Taeyong deambulaba tranquilamente por la casa, dirigiéndose a la sala para pasar el tiempo en su teléfono mientras esperaba a que Doyoung terminara de arreglarse

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Taeyong deambulaba tranquilamente por la casa, dirigiéndose a la sala para pasar el tiempo en su teléfono mientras esperaba a que Doyoung terminara de arreglarse.

Transcurrió media hora inmerso en TikTok, su entretenimiento favorito para perder el tiempo.

El rugido de su estómago lo llevó a la cocina en busca de algo para saciar su hambre. Exploró la nevera y se topó con un pequeño recipiente que contenía unas galletas de tono durazno.

Tomó el envase consigo, regresando a la sala, mientras los demás chicos disfrutaban cerca de la piscina, tomando el sol o nadando.

Mordisqueaba una tercera galleta cuando Jaehyun irrumpió en la sala, buscando su guitarra. No obstante, detuvo sus pasos al percatarse de las manos de Taeyong sosteniendo el recipiente de las galletas que Johnny había comprado antes de llegar.

— ¿Quién te autorizó a tocar eso? — inquirió, acercándose y sorprendiendo al más bajo. — ¿Estás sordo o qué?

— ¿E-estas s-son t-tuyas? — Taeyong dejó la galleta a medio comer y la colocó junto a las demás en el envase.

— ¿Y a ti qué? No deberías haberlas tocado. Consíguete tu propia comida.

— Lo siento, no pensé que esto te molestaría.

— ¿Lo siento? ¿Crees que un "lo siento" devolverá las galletas que te has comido? — Jaehyun negó con la cabeza, instando a Taeyong a bajar la mirada. — Más te vale comprar otras, y una extra por las molestias.

— Todavía quedan, solo comí tres — Taeyong trató de explicar, pero Jaehyun se acercó y le arrebató las galletas de las manos para luego tirarlas al suelo.

— ¡Cómpralas! — ordenó sin compasión, ignorando el rostro asustado de Taeyong. — ¡Ahora!

— ¡Jaehyun, rápido! — Johnny irrumpió en la sala, impactado por la escena de las galletas esparcidas y un Taeyong lleno de pánico. — ¿Qué está pasando?

— Se comió tus galletas favoritas —afirmó Jaehyun sin dudar ante la pregunta.

— Por la mañana, Ten me preguntó si podía tomar un chocolate de la nevera, y le dije que tanto él como sus amigos podían comer lo que quisieran de ahí — explicó Johnny con pesar por lo ocurrido, comprendiendo la impulsividad de Jaehyun contra Taeyong.

— Pero esas galletas...

— Olvida las malditas galletas y apresúrate — ordenó Jaehyun, tomando su guitarra y marchándose sin mirar a Taeyong. — A veces, Jaehyun es un poco bruto. Perdónalo — se disculpó Johnny antes de salir del lugar.

Mientras tanto, Taeyong se sentía confundido, una pregunta rondaba su mente: ¿Estaba Yangyang en lo cierto?...

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