14

165 27 13
                                    

—No realmente… solo no es mi fuerte, pero podemos probar si es lo que quieres —Seokjin abrió los ojos con sorpresa, sintiéndose excitado ante la repentina acción del menor.

El agua caía sobre ellos, provocando que el vapor llenara cada vez más la habitación, opacando ligeramente la visión de ambos.

Seokjin sonrió de manera ladina, jalando al moreno de la cintura para pegar sus pelvis de forma brusca, provocando que sus ya algo despiertos miembros se rozaran, haciéndolos respirar entrecortadamente.

—Uhm… tentador —dijo el peli purpura, pegando sus labios al cuello contrario, dejando un camino de pequeños besos y mordidas hasta llegar a sus clavículas.

Namjoon respiraba agitado, sosteniendo su peso contra el cuerpo del mayor, sintiendo el agua golpear su espalda y las gotas rodar por su pecho, haciéndole cosquillas que lo excitaban aún más.

Seokjin extendió una de sus manos hasta el miembro contrario sin dejar de mirar a los ojos del rubio, tocándolo de manera suave, pero firme, sintiéndolo endurecerse aún más bajo su toque, admirando a su novio cerrar los ojos de manera lenta y entreabrir los labios, disfrutando del firme toque sobre su cuerpo.

—Es tan grande —susurró, masturbandolo lentamente, haciendo a las rodillas de Namjoon temblar—, pero… —Continuó el mayor.

El rubio soltó un respingo al sentir la mano de Jin alejarse de su miembro. Estaba por reclamar cuando sintió al mayor girarlo de manera brusca, poniéndolo contra el empañado cristal, haciendo que su pecho y rostro limpiaran el vapor acumulado en él.

—Realmente me gusta tu interior… —Dijo Seokjin, pegando su pecho con la espalda del menor, alargando la mano de forma rápida para cerrar la llave de agua, mordiendo levemente su hombro—. Tan cálido… —Namjoon suspiró sonoramente, para luego gemir al sentir la mano del mayor sobre su miembro nuevamente, moviéndola de forma lenta—. Tan apretado…

Namjoon ahogó un gemido al sentir uno de los dedos del mayor invadir su interior, no tenía idea de dónde había sacado lubricante, pero no pudo preguntarle, pues el movimiento en su interior lo hizo morder sus labios, en un vano intento de reprimir el sonoro gemido que salió de su garganta.

Namjoon se mantuvo inmóvil, disfrutando de las caricias que el peli púrpura depositaba en su espalda, con ligeras y excitantes mordidas.

Seokjin podía sentir su miembro endurecerse cada vez más, de manera casi dolorosa al escuchar la entrecortada respiración de su novio y los suaves gemidos que dejaba escapar con cada entrada y salida de sus dedos; no quería verse como un pervertido, pero no le había parecido tan mala idea llevar consigo el bote de lubricante, agradecido por haberse hecho caso.

Seokjin continuó moviendo el par de dígitos en el interior del moreno, igual que como lo había visto hacerlo, girando la mano lentamente, curvando los dedos y tocando un punto exacto en su interior que lo hizo gemir sonoramente.

—¡Ah! Seokjin… no… —Namjoon sintió sus piernas flaquear cuando ese punto en su interior fue estimulado de manera tan deliciosa y repentina, volandole la cabeza.

—¿No? ¿Por qué no? —Preguntó burlón, repitiendo la acción, disfrutando enormemente la expresión de delicioso sufrimiento que el rubio le regalaba.

—P-porque… ah… voy a terminar… —respondió Namjoon, intentando controlar su respiración.

—¿Y no es lo que quieres? —Seokjin simulaba lentas y firmes estocadas con la mano, provocando al menor.

—S-sí.

—¿Entonces…? No veo cuál es el problema.

—Te quiero dentro, Seokjin. Quiero sentirte dentro de mí. Y no hablo de tus dedos. —Namjoon había respirado profundamente para poder decir aquello sin gemir, sonrojándose por estarlo pidiendo de aquella manera.

선생님 (Profesor)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora