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—¿Buenos días? ¡¿BUENOS DÍAS?! ¿Crees que tus buenos modales harán que me olvide de lo que hiciste? ¿Cómo se te ocurre dejar la puerta sin seguro? Ni siquiera tuviste la decencia de avisarme a qué hora llegaste y hasta la puerta principal olvidaste cerrar. —Su madre movía un tenedor de manera amenazante frente a su nariz—. Y encima tienes la vergüenza de dormir hasta tarde, teniendo a este pobre chico sin desayunar y que ahora tiene vergüenza porque eres tan irresponsable que entré sin preguntar.

Namjoon se hacía cada vez más pequeño en su lugar, encogiendo los hombros, casi escondiéndose tras Seokjin, que estaba tan sorprendido como divertido, la vergüenza había abandonado su pecho, dando lugar a un sentimiento de diversión y burla dirigida al moreno.

—Una disculpa mi niño. Soy Kim Jiwon, la madre de este tonto. Por favor disculpa su irresponsabilidad, yo no lo eduqué así. —Seokjin sonrió, haciendo una ligera reverencia.

—Un gusto señora Kim. Yo soy Seokjin, el... —Seokjin no sabía qué decir. Eran novios, claro, pero ¿Era correcto decirlo en voz alta? En ese momento se percató de las atentas miradas sobre él.

Los ojitos de una niña de aproximadamente diez años, la madre, un hombre que supuso era el papá del moreno, otro niño que parecía tener apenas cuatro años y el mismísimo Namjoon, aún escondido detrás de él, todos lo miraban, expectantes. Seokjin se trabó un poco al hablar, pero cuando estaba por terminar la frase, la infantil voz de la pequeña interrumpió.

—¿Seokjin? ¿Eres el chico del que Namu siempre habla? Wao, oppa es mucho más guapo de lo que él dijo—. Seokjin sintió sus orejas y mejillas ponerse calientes, no sabía cómo reaccionar ante esa confesión.

—¡Yah! ¡Moonjung! No digas esas cosas. —reclamó Namjoon, por fin saliendo de su escondite, asustando un poco al peli purpura.

—Espera, ¿eres su novio? —preguntó el hombre que hasta ese momento había permanecido callado.

—¿Al fin te lo pidió? —continuó la señora Kim.

—Hey, ¡no lo abrumen! —los detuvo Namjoon, poniendo una mano protectora sobre el hombro de su novio.

—Tú cállate Namjoon. —dijeron al unísono sus padres.

—No puedo creer que traes a tu novio a "dormir" —comenzó su madre—, y ni siquiera tienes la decencia de presentarlo como se debe.

—Nosotros no te educamos así. —reprochó su padre—. Joven Seokjin, mi nombre es Kim Kiyoung. —Seokjin hizo una reverencia. No sabía qué decir, se sentía avergonzado, enternecido y algo ansioso ante el repentino interrogatorio.

—Un gusto conocerlos a todos. Como dije, mi nombre es Kim Seokjin y... —dudó un poco al sentir sus mejillas calentarse levemente—, sí, soy el novio de Namjoon. Pido disculpas por la forma en la que me estoy presentando. —Continuó, haciendo una profunda reverencia.

El lugar quedó sumido en un profundo silencio, que fue interrumpido por varias voces hablando al mismo tiempo.

—¡Ya era hora!

—¿Cómo te lo pidió?

—Creí que jamás lo haría.

—¡Bienvenido a la familia!

Seokjin pudo sentir un acogedor y peculiar calor invadirle el pecho, ni siquiera las manos ajenas palmeando su cuerpo o el repentino abrazo de la señora Kim pudieron incomodarlo.

Jamás imaginó poder tener tal recibimiento y el estarlo viviendo, le provocaba algo que nunca antes había sentido.

—Ya, basta. Es mi novio, no el suyo. ¿Podemos desayunar? Hoy es el baile y debemos apurarnos. —dijo Namjoon con semblante divertido separando al sonrojado chico de los eufóricos brazos de su familia.

선생님 (Profesor)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora