❝Capítulo 4❞

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El tiempo se estaba terminando y yo aún seguía en un dilema, lo primero que pensé fue en aceptar la oferta de Chishiya pues es al único que conozco pero me traicionó en la playa pero tampoco quiero meterme en líos con las otras personas, en especi...

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El tiempo se estaba terminando y yo aún seguía en un dilema, lo primero que pensé fue en aceptar la oferta de Chishiya pues es al único que conozco pero me traicionó en la playa pero tampoco quiero meterme en líos con las otras personas, en especial con la chica castaña.
Doy un suspiro y me como la última galleta para ponerme de pie e ir en busca de Chishiya.

Lo ví parado en el mismo lugar solo observando a la nada me acerco a él y para llamar su atención decido hablar.

─ ¿Ya sabes cual es tu palo?.

Su vista se posa en mí, había olvidado aquellos ojos oscuros que me hacían sentir temor pero a la vez nervios.

─ Adivinaré... tienes miedo de ser traicionada por los demás.

─ Pues...Sí ─ Susurro avergonzada. ─ Mejor dime cual es mi palo.

Le doy la espalda sacando el cabello de la imagen.

─ Es un corazón.

Vuelvo hacia él pero esta vez Chishiya ya está dándome la espalda mostrando su imagen.

─ Diamante.

El asiente y aquella voz nos llama para entrar a la primera ronda, camino hasta una habitación, la puerta se cierra e inspecciono el lugar, una habitación vieja con la pintura casi a caer.

─ Por favor, diga cual es su palo.

Cierro los ojos tratando de concentrarme y no sentir miedo pero es inevitable mis manos temblaban.

─ Corazón.

Aprieto los ojos esperando lo peor pero no sucedió nada, mi corazón comenzó a palpitar de manera normal y mi ser se llenó de calma.
Abrí la puerta y observé que todos se han salvado en esta ronda.

─ Si seguimos ayudándonos, estaremos bien. ─ Aquel chico que se había hecho lazos con Chishiya salió de su celda.

─ No estés tan seguro ─ Responde Chishiya una vez que me pongo a su lado.

Por otra parte mis pensamientos divagan en aquellas dos personas a unos metros de nosotros, actúan muy serios y con sospechas, no me sorprendería que unos de esos dos sea el jota de corazones o la castaña que formó los equipos.

No me di cuenta que mi mirada penetraba al chico de al lado, al de camisa azul, chocamos miradas y divisé una sonrisa ladina en su rostro así que decido cortar aquella conexión extraña y mirar a mis dos compañeros de al lado.

Un estruendoso golpe se escuchó en todo el salón, un chico fue arrojado por un grandulón.

─ ¡Dime la respuesta de una vez, maldito!.

Todos los presentes se alarmaron al presenciar aquella agresiva escena. El hombre de camisa azul se acerca al susodicho arrojado.

─ ¿Estas bien?.

El hombre susurró algo dejando al chico helado.
Aquel agresivo hombre se volvió acercar al chico y lo tomó por la camisa.

─ Habla de una vez, maldito ─ Levanta su puño a punto de golpearlo.

─ Trébol... es un Trébol ─ Responde asustado.

¿Le acaba de mentir? Carajo, esto ya se va a salir de control, más muertes, pero no puedo hacer más, no quiero meterme en asuntos de otros.

La segunda ronda comenzó era momento de volver a la celda y con ayuda de Chishiya fue un éxito pero para el grandulón no deje así pues ya no salió de su celda.

Me encontraba bebiendo un jugo de fresa, frente a mi Chishiya comía sus galletas. El grupo de al lado comenzó a decir sus palos actuales pero algo no iba bien.

─ ¿Has visto a la pareja de traje formal? ─ Le hablo en voz baja a mi compañero, él asiente y su atención se queda en mí. ─ ¿Has notado lo mismo que yo?.

─ Si te refieres a mandarse códigos secretos, sí.

─ También me parece extraño aquel chico de camisa azul, actúa relajado y confiado.

Chishiya asiente mordiendo su galleta y yo solo me quedo admirando el instinto de las personas, se mienten entre sí y aún así el jota de corazones sigue vivo.

𝘿𝙤𝙣'𝙩 𝙇𝙞𝙜𝙝𝙩 𝙈𝙮 𝙁𝙞𝙧𝙚 | ➢ Alice In Borderland Donde viven las historias. Descúbrelo ahora