𝐌𝐌┊❛ Who is he...? A misty memory, a haunting face. Is he a lost embrance? ❜
Con la ira y el odio cegando su razón, Quackity cometió un acto grotesco contra el alcalde, en un intentó de derrocar la corrupción y sanar su corazón herido pero, contra...
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𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟖
¡! misty memory|﹫vdoppyu. ㅤㅤㅤ ㅤㅤ
—¡Atrápalo, Quackity!
—¡Eso intento, mierda!
El joven noruego seguía gritándole al mexicano que atrapará al puto cerdo, pero cuando más creía que ya lo tenía en sus manos, más se alejaba. Intentó llamar su atención con una zanahoria o un pedazo de trigo, pero el estúpido puerco lo ignoró de manera olímpica, así que Rubius tuvo la magnífica idea de usar la fuerza bruta, lo que no salió tan bien como se pensó y ahora estaba jugando al gato y al ratón con un mini ser rosado que resultó ser mucho más inteligente que él en todos los sentidos y eso le hería un poco el orgullo.
—¡Ven acá, maldito cerdo!—exclamó, tropezándose con sus propias piernas, llenándose de tierra en el acto. Gimió por lo bajo, pero volvió a levantarse y siguió con su plan, extendiendo poco a poco sus alas, comenzando a volar, sin apartar tanto sus pies del suelo.
Rubius, por su parte, se reía a grandes carcajadas de Quackity y su exagerado empeño por cazar al inocente animal, manteniendo sus garras fuera de esa batalla, deseando tener una cámara en sus manos para grabarlo y mostrarle el vídeo a Vegetta después.
Y otra vez, cuando el morocho estaba apunto de agarrar entre sus manos al cerdo, éste lo toreó y esquivó con una facilidad que lo sorprendió, al punto de perder la estabilidad de su vuelo y terminar cayendo de cara en la tierra, gritando suavemente ante el fuerte y doloroso impacto.
—Eso ha de ser humillante... hasta un cerdo te gana, debería de darte algo de vergüenza—se mofó Rubius, saliendo de su escondite para acercarse al más bajo e hincarse a su lado, sonriendo de manera felina mientras sus esponjosas orejas se sacudían con travesura.
—Cierra el pinche hocico, hijo de tu puta madre...—chistó con evidente fastidio, tomando asiento en el suelo mientras acariciaba su mandíbula, no soportando el dolor en ella—. A todo esto, ¿por qué putas quieres un cerdo? ¿Y por qué soy yo quien lo tiene que atrapar?
