Luzu fue cautivado por la belleza de aquel jovén de tatuajes y apariencia extravagante. Un chico que a simple vista parecía importarle poco su alrededor pero que, a los ojos del castaño, demostraba la tristeza que invadía su interior.
"¿Por qué te...
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Su relación con Luzu se había vuelto más estrecha desde un par de semanas atrás, gran parte de su tiempo la pasaban juntos y cuando tenían tiempo libre se escabullían al auto del mayor a besarse o terminaban sobre el sofá en la casa de este. Aún no daban el "gran paso" pues Luzu lo respetaba más que a cualquier otra persona, eso solo lo hacía enamorarse más de él. Era la primera vez que alguien respetaba sus decisión.
Tocó unos acordes sin sentido mientras veía de reojo al castaño, tenía el semblante serio y con su mano trazaba una fina línea que definió a una de las cientas de mariposas que ya adornaban el lugar. Ya le faltaba poco para terminar.
-Algún día me gustaría que pintaras sobre mi piel.- soltó sin más, Luzu detuvo su mano y lo miró curioso.
-¿Hacer qué?
-Pintar sobre mi piel.
El mayor reprimió una sonrisa. -¿Qué te gustaría?
Quackity se lo pensó unos segundos y sonrió ante lo ridículo y predecible que sonaría.
-Mariposas azules, cientos de ellas.- se levantó de dónde se encontraba y se acercó con la guitarra colgando de su hombro.- ¿Puedes hacerlo?
-Sí, pero si me permites preguntar ¿a qué se debe?
Se sentó a su lado colocando la guitarra en sus piernas.- Creo que sería especial que hicieras lo que más amas en mi piel.- mordió el interior de su mejilla avergonzado.- Así como Jack pintó a Rose como una de sus francesas.
Luzu soltó una carcajada ante la comparación repentina.- ¿Quieres que te pinte como una de mis chicas francesas?- levantó las cejas coqueto y Quackity rodó los ojos.
-Chinga tu madre, yo que andaba de cursi.
-Es broma Quacks, claro que quiero pintar sobre tu piel.- se acercó a él y dejó un pequeño beso en su hombro.-Es lo más íntimo que me han pedido hasta ahora.
-Lo pensé mucho, me avergonzaba pensar que me verías desnudo.
-¿Quieres desnudarte?- titubeó, el pincel se le cayó de la mano por la impresión.- Yo creí que...
-Con pintar sobre mi, me refiero a toda mi piel.- enarcó una ceja divertido.- Claro, solo si quieres.
Luzu tragó en seco, levantó el pincel y volvió a humedecerlo en la pintura, sus ojos rubíes divagaban en la mariposa a medio hacer planteandose en qué debía responder.
-Por mi está bien.- su voz tembló.
-¡Ese es mi Luzu!- recargó su cabeza en el hombro del mayor con una sonrisa, se ponía nervioso de solo imaginarse a él desnudo frente a Luzu.
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