Su primera vez...
Quackity se quitó la chaqueta de cuero que llevaba sobre su ropa completamente negra, Luzu estaba en su estudio acomodando todo para pintar y "limpiando" un poco pues no quería que el menor lo viera hecho un desastre.
Estaba nervioso y el pelinegro sabía que era porque lo vería desnudo.
Soltó una risita y se sentó en el sofá, los últimos días se sentía de mejor humor, no había tenido recaídas y justo como Luzu le había prometido lo llevaba 4 días a la semana al psicólogo, después pasaban un rato en su lugar especial contemplando las mariposas o daban una vuelta en el centro comercial.
Quería tener otra cita pero no tenía idea alguna sobre que hacer, a él le gustaba la adrenalina y a Luzu no. Frunció el ceño pensando en que podría ser bueno.
¿Quizá una casa del terror?
¿Algún festival de horror?
¿A Luzu le gustaban esas cosas?
Removió su pie ansioso y mordisqueó su labio, ya no se autolesionaba. Al menos no con cuchillas, pero había tomado la manía de lastimar sus labios hasta hacerlos sangrar cada que se sentía ansioso.
-¿Quieres comer algo antes?- Luzu salió despeinado de su estudio y Quackity sonrió a la hermosa vista, era como un pintor sexy de revista.
Se levantó del sofá y se detuvo justo frente al castaño, dio un rápido beso y negó.- No gracias, guapo.
Las mejillas del mayor se tiñeron en rosa y desvió la mirada.
-¿Quieres ver mi estudio?- los ojos de Quackity brillaron de emoción y asintió.- Tengo un par de pinturas tuyas.
-¿Mías?
Luzu enredó sus dedos y asintió nervioso, abrió por completo la puerta y entró junto al menor con rostro ilusionado.
Este miraba todo como un niño pequeño mira los juguetes en un centro comercial, cientos de bocetos colgaban en las paredes y de hilos pegados con cinta, habían cuadros de todos los tamaños y con colores diferentes. Flores, mariposas, campos, cascadas y más paisajes.
Quackity se acercó con curiosidad al área donde estaban las mariposas y notó como entre ellas habían tres cuadros de él.
El primero era él mirando el cielo, reconoció la ropa y dedujo que era de su primera cita, sonrió por inercia y acarició la pintura. Los otros dos eran simples, él cantando, ambos hechos con manchas borrosas como si nunca hubiesen sido terminados.
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El aleteo de una mariposa | Luckity
FanfictionLuzu fue cautivado por la belleza de aquel jovén de tatuajes y apariencia extravagante. Un chico que a simple vista parecía importarle poco su alrededor pero que, a los ojos del castaño, demostraba la tristeza que invadía su interior. "¿Por qué te...