¿Cuánto tiempo ha pasado ya? ¿Cinco, diez minutos? No lo sabía bien. Lo único cierto en ese momento es que su cuerpo no reaccionaba a lo que le indicaba su cerebro, no era capaz de moverse e irse de allí. Su mente le pedía marcharse, estaba exhausto de ese día, solo quería descansar, sin embargo, su corazón le exigía no moverse de ahí, ya que, si lo hacía, solo estaría asumiendo su inevitable realidad, esa solitaria realidad sin la compañía de May.
Ha pasado ya un buen rato desde la última vez que vio el ferri en el que se iba de regreso aquella chica de cabello castaño junto a su hermano a su región de origen, Hoenn. ¿Pero qué le impedía irse del puerto? Pues esos eran sus sentimientos, los cuales tenían alborotada a su mente con muchas preguntas sin responder, siendo dos las que más inquietud provocaban en él: ¿Qué había significado aquel beso de antes? ¿Y qué era esa maldita punzada que le hacía doler tanto su corazón? No, no era un dolor físico, nada de eso, se trataba de algo más, pero simplemente no podía hallar las palabras para describirlo.
El comportamiento del entrenador tenía completamente preocupados tanto a su querido pokémon, Pikachu, como a su mejor amigo, Brock, quienes nunca antes lo habían visto así, tan apagado, como si un fantasma se hubiera robado toda su energía.
Brock sabía cuán duro podía llegar a ser para el azabache tener que despedirse de sus amigos, y no era para menos, debido a todo el tiempo que pasaron viajando juntos, eso fue algo que le quedó muy claro cuando se despido de él y Misty después de su aventura por Johto. Entonces, ¿qué es lo que había de diferente en esta ocasión?
Siempre lo han considerado alguien con una gran capacidad para descifrar qué es lo que sucede con los demás, sin la necesidad de hablarlo, solo observando su conducta. No obstante, esta vez le resultaba muy difícil comprender qué es lo que pasaba por la cabeza de su amigo.
—Ash —se atrevió a hablar, haciendo que el chico girase ligeramente su cara para verlo—, ¿qué sucede?
Un breve silencio se formó en el lugar, pudiendo notar cierta pizca de tristeza en su mirar. El azabache simplemente volvió a dirigir su vista hacia horizonte, por donde se había ido el barco.
—No lo sé —masculló Ash—. De verdad que no lo sé —su voz se notó temblorosa por un momento, como si estuviera reprimiendo algo.
¿Qué podía hacer? ¿¡Qué podía hacer!? ¡Maldita sea! Se sentía inútil en este punto, quería con todas sus fuerzas poder serle de ayuda a su amigo, pero ¿qué es lo que podía hacer? Un momento, suficiente, tenía que tranquilizarse. Se había alterado, algo bastante impropio de él y lo sabía perfectamente, por lo que lentamente inhalo por la nariz para relajarse.
Poco a poco comenzaba a oscurecerse el cielo, tiñéndose de un profundo negro. El criador pokémon permanecía sin saber qué hacer, hasta que llevó su mirada hacia arriba, notando así una pequeña pero brillante estrella, ya tenía una idea. Lentamente se acercó hasta la orilla del muelle de donde había zarpado el ferri, sentándose en el frío cemento de aquel lugar, meditando un poco sus próximas palabras.
—¿Te gustaría acompañarme a contemplar el cielo nocturno? —preguntó, haciendo que el azabache lo mirara nuevamente—. Pronto comenzarán a aparecer las estrellas —comentó palmeando suavemente hacia su costado derecho, invitándolo a sentarse junto a él.
Pikachu rápidamente se bajó del hombro de su entrenador, animándole a que se sentaran a la par del criador pokémon, acto que Ash hizo en silencio. Ya sentado en la orilla del muelle, bajó su mirada hacia el agua, logrando apreciar el rostro que tenía en esos momentos. No lo entendía, ¿por qué estaba así de triste?
—Mira, Ash —llamó Brock, apuntando hacia el cielo.
Al ver hacia donde señalaba el moreno se llevó una grata sorpresa, poco a poco en el cielo comenzaban a aparecer varios puntos brillantes, el cielo se había decorado de un hermoso manto de estrellas, se atrevía a decir que hasta pudo ver pasar una estrella fugaz. Sin duda, era una vista espectacular. Por un momento hasta se había olvidado de su pesar, pudiendo disfrutar junto a su compañero de viaje aquel escenario.
ESTÁS LEYENDO
Aprendiendo a amarte (PAUSA/EDICIÓN)
Fanfic¿Amor? ¿Qué es exactamente el amor? El amor jamás ha sido un sentimiento fácil de explicar para las personas, y mucho menos para un adolescente como Ash Ketchum, un joven entrenador pokémon que durante su corta vida se ha dedicado a recorrer el mund...