𝐗𝐈𝐗

1K 170 25
                                    

Anónima Pov's


Los Enseres de Urías.

Bueno, no estaba tan mal, casi nadie entraba a esa tienda, capaz y solo eligieron a unas cuantas personas, no tendré que socializar tanto y lo agradecía.

Era la primera en llegar después de la pequeña bienvenida que nos dio el Alcalde Walker y la Directora Weems.

La puerta sonó y de ella se manifestó una figura conocida, Ajax Petropolus, se acercó a mí con una sonrisa, la puerta volvió a abrirse, Enid Sinclair ingreso.

—Hola — saludo la pequeña loba y sonreí.

Su aura me causaba alegría, es muy tierna.

—Hola — dijimos el chico gorgona y yo al mismo tiempo, provocando que riéramos por lo bajo por la coordinación no esperada.

—Enid, supongo que conoces a Selene — me señalo Ajax.

—Sí, va a nuestras clases, siempre te sientas en el fondo — asentí, era cierto lo que decía la rubia.

—No sabía que teníamos las mismas clases — hablo el joven y negué con una sonrisa.

—No pasa nada, me suelo ocultar mucho en la oscuridad.

—Selene es mujer lobo, mi imagino que la reconociste al llegar — me quede sorprendida, Ajax me había expuesto.

Enid nos miró con confusión y asentí repetidas veces para que dijera que sí.

—Sí, así es — le agradecí con una sonrisa, me había salvado de una mentira.

—Es un lugar curioso, ¿No creen? — hablo Ajax cambiando de tema.

Mire las vitrinas, tenía razón. Había más animales disecados que objetos antiguos.

—Miren este — señale una rata — Tiene marcas de neumáticos.

—Un artista local encontró ese amiguito justo aquí en la ruta 22.

Los tres nos giramos, para ver a una señora morena, la dueña de la tienda.

—¿Se refiere a que una persona recolecta animales muertos y los convierte en eso? — pregunto la rubia con horror en su voz.

—Es como pan caliente, tengo toda una sección dedicada a esas bellezas, Ardillas zorrillos, serpientes y mi favorito personal — la mujer se acercó un poco a nosotros — La familia de hurones en un almuerzo, tan tiernos.

Miramos arriba de nosotros en una de las vitrinas, ahí estaban los animalitos.

—¿Quieren hacer algo de utilidad? — la mujer nos entregó una peinilla a cada uno — Les hace falta una buena cepillada con energía y cariño, revive el pelaje.

—¿Podríamos hacer eso después de una pausa? — menciono Enid.

—Sí, para tomar un café — apoye su idea.

—Podemos ir al Veleta, ¿No quiere que le tráigannos café? — continuo Ajax y los tres sonreímos para la mujer.

—No paguen por ese brebaje sobrevaluado, puse a hervir chaga — comento la mayor — Es mi receta secreta, té de hongos, cultive a los pequeños yo misma, mejor empiecen, se van a divertir.

La morena nos dejó solos y mire el objeto de mi mano, en mi vida pensé que me tocaría hacer esto.

—Yo puedo hacer en la de al frente, no sé cómo ustedes quieran dividirse — informe y los otros chicos se pusieron de acuerdo en lo que harían.




[…]





Termine mi parte, pero aun así me quede cerca de la puerta de vidrio para ver a un lugar específico, El Veleta.

Ahí estaba él sirviendo café, de verdad que era muy guapo, nunca pensé que mis cartas hicieran que se interesara en mí.

Solo quería levantarme, dejar mi cámara a un lado e ir a decirle toda la verdad, pero en otro universo pasaría, no aquí.

Mire las fotos de mi cámara de la competencia, cuando mi objeto preciado me fue arranchado de mis manos.

—¿Es nuestra foto? — pregunto Ajax — Están increíbles.

Intente quitarle la cámara, no quería que viera ciertas fotos en específico de su mejor amigo. El chico se detuvo y me miro.

—Estas fotos de la Luna, ¿Las tomaste tú?

Deje salir un suspiro, al saber que no era las que pensaba.

—Si — respondí.

—¿Pero son de Luna llena?, ¿No se supone que era mujer lobo?, ¿Cómo puedes transformarte y tomar fotos? — no sabía que decir.

Mierda.

—Y esta foto en específico, la conozco muy bien — me mostro — Xavier la tiene pegada en su cuarto y ha hecho muchos dibujos de ella — sonrió, miro afuera del cristal a la calle de enfrente — Y estas aquí viendo a Xavier.

—No… no es lo que crees —  intente convencerlo, pero no sirvió.

—Lo sabía, siempre creí en ti, pero dijiste que eras mujer lobo, no lo creí, por lo general tiene sus uñas algo largas, pero tú has pasado mordiendotelas desde que me viste llegar, también el día de la feria preferiste comer algo dulce en vez de un buen trozo de carne, algo que nunca se negara un licántropo.

—Está bien, me descubriste — Ajax celebro ante mis palabras — Pero no se lo digas a Xavier, por favor.

—¿Por qué?, no te emociona saber que él está ahí enfrente esperando por ti, créeme no se decepcionara — dijo con desesperación.

—Ajax, por favor — rogué.

—Está bien, es cierto, es tu decisión.

—Gracias — agradecí — Sera nuestro secreto, ¿Si?, cuando necesites ayuda en algo, te lo compensare con ello.

—No tienes por qué hacer eso, tú debes elegir cuando quieres contárselo, pero debo advertirte de que esta cerca.

—Lo sé, yo también le he dado muchas pistas.

Una idea se vino a mi mente.

—Te puedo dar algo y tú se lo entregas, solo di que un chico del club de fotografía te lo mando, nada más.

—Está bien — acepto.

Dear Xavier...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora