𝒮𝑜𝓊𝓇 𝑔𝓇𝒶𝓅𝑒𝓈 | ᴊᴀᴇᴋᴜɴ

𝔗𝔯𝔢𝔰

Varias semanas después del altercado, Kun estaba acomodando algunos barriles vacíos en uno de los almacenes.

Era tarde, pero se le había asignado esa tarea para ese día y había preferido pasar la tarde con Sicheng en el centro de la ciudad, caminando por las calles sin ningún rumbo específico y culminando su aventura tomando unos slushies en las bancas de un parque.

Regresaron al rancho al anochecer y Kun no podía dejar sus trabajo sin completar, sabía que al día siguiente se metería en problemas con Mr. Jones y terminarían asignándole aún más tareas de las que ya tenía asignadas en la semana.

Así que cuando llegó de la calle, se dirigió directo al almacén.

Pasó aproximadamente una hora cuando desde la entrada trasera se escucharon algunos murmullos, Kun caminó hasta el lugar.

La parte de atrás de los almacenes eran unas pequeñas puertas con ventanas corredizas las cuales estaban prácticamente desoladas casi a cualquier hora del día, y en la noche era aún más extraño que se escucharan personas andar por ahí.

Solo se usaban cuando llegaban específicos camiones de carga y descarga que aparecían por ahí entre meses.

Así que cuando Kun llegó se extrañó un poco. Abrió con cuidado unos pares de centímetros de la ventanilla y pudo ver una figura de espaldas.

Ahora podía escuchar claramente las voces, y contra la luz de la luna pudo ver la cara de Jeffrey.

La figura de espaldas era Mr. Jones y este estaba regañando al mas joven.

El hombre estaba diciendo algo sobre fumar y una hierba que Kun nunca había escuchado. Abrió un poco más las ventanillas para escuchar con más detalles.

Sin embargo su discreción fue muy poca y Jeffrey había notado su mirada desde la ventanilla, mirándolo por unos segundos y volviendo la vista a su padre cuando Kun le sonrió con burla.

Ahora Jeffrey se encontraba realmente avergonzado, humillado más bien, y sin duda se vengaría más tarde de Kun.

Pero por ahora su padre seguía gritándole que lo enviaría a una escuela militar, y prefirió no interrumpirlo para no agraviar cualquiera que fuera el castigo que le daría.

El chino no pudo evitar sentirse mal con cada cosa que el mayor decía, a pesar de que segundos antes se hubiese burlado.

Kun había sido muy joven para ser reclutado cuando la guerra en su país estaba en su auge sin embargo, su padre si lo había sido y a pesar de que nunca llegó a estar en batalla y la guerra terminó antes de que pudiera influir en su familia, su padre siempre contaba lo mal que había vivido mientras estuvo en entrenamiento. Había pasado todo tipo de maltratos y horribles cosas, que Kun no se las desearía a nadie, ni siquiera a un idiota como Jeffrey.

Kun también pudo escuchar las feas palabras con las que Mr. Jones se refería a Jeffrey.

El chino ya sabía que no era su hijo favorito, pero ¿Qué clase de padre es tan crudo como para gritarle que era un inútil y que nunca sería nada en la vida?

Pero lo que hizo sentir peor a Kun, fue ver cómo el hombre le soltaba una bofetada escandalosa, que se había visto tan dolorosa, tan fuerte que había dejado la mano marcada en la mejilla del menor y a el mismo tirado en el suelo.

Mr. Jones Simple se dio la vuelta y caminó dentro del almacén, rumbo a su casa, sin notar a Kun quien se había escondido rápidamente entre unos barriles y camuflajeado en la oscuridad.

Cuando Kun vio por fin al mayor lejos, no pudo evitar salir por la puerta y encontrarse con el pobre Jeffrey tirado en la tierra tan indefenso y aturdido por el golpe.