Capítulo 17: NOTA XI

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Nombre: Cassie Reed

Sé que había decidido no volver a escribir durante varios días o más bien, no volver a escribir nada nunca. Pero supongo que la tentación fue más fuerte.

Han pasado casi dos semanas de no haber escrito nada aquí. Ya ni siquiera asisto a las sesiones con el enigmático novio de mi madre. No creo que me pueda importar más nada.

Me siento de alguna manera destruida. Tal vez, extraña o simplemente ignorada. Estos últimos días no he vuelto a ver a Akridge. Sue me dijo que alguien en la escuela esparció el rumor de que se había ido de viaje durante unos cuantos días para alejarse de la mala presión social que trajo el incidente con Tyler. Algunos otros comentaron que Akridge se encontraba huyendo del Capitán del equipo de Futbol que, hasta donde oí, lo había amenazado. Quisiera saber qué clase de idiota inventaría esas cosas.

La verdad está completamente en duda y nada es una pista del verdadero paradero de Keegan.

La pregunta de donde estaba escondido era algo que rondaba mi cabeza muy a menudo. Mi rota y lastimada cabeza.

Cuando fui a la enfermería la semana pasada, la enfermera en turno se dedicó a darme analgésicos para el dolor y aconsejarme que fuera a un hospital donde tuvieran el equipo necesario para curar una herida como la que tenía en mi lado derecho del cráneo. Ese día, tuve que avisar a mi madre. También tuve que inventar un sinfín de mentiras para excusar el golpe que tenía.

Por supuesto que mi madre me creyó, pero el doctor no estoy muy segura o de lo contrario no me habría recetado reposo por una semana.

En fin. Lo único que de verdad importaba por el momento, era encontrar a Akridge. Ahora que yo había vuelto a casa no me sentía lo suficientemente protegida y menos sabiendo a Akridge lejos.

Había intentado contactarlo. Lo llamé más veces de las que jamás he llamado a cualquiera e incluso intenté ir a su casa. Pero no sabía dónde estaba ubicada pese a que viví ahí más de una semana.

Lo único que quedaba por hacer sería esperar a su regreso, que esperaba y llegara muy pronto. No soportaba la idea de pensar en que tal vez, le hubiese ocurrido algo.

Ahora me encontraba viviendo en casa. Como siempre.

Mi madre nunca tocó el tema de mi estancia en casa de Akridge, y, siendo sincera, me dio miedo recordarle. Tal vez, Keegan ya se había encargado de eso y que yo hiciera preguntas al respecto podría arruinarlo completamente.

Y bien. Esto es todo lo que tengo por decirte querido... Diario.

Te informaré sí sé algo de Akridge. ¿De acuerdo?

Hasta la próxima.

XO.

En la oscuridad®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora