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-Capitulo 3-

Despidiéndose y dando las gracias a los periodistas Robert se levanta caminando a paso tranquilo hasta donde se encuentran el presidente y su entrenador, sus hijas de momento permanecen con cuidadoras especiales del club.

Internamente está feliz de que no le hayan echo preguntas incómodas sobre su ex-esposa, esta seguro de que si alguno se hubiera atrevido a nombrarla se habría puesto a llorar de la tristeza, a pesar de todo lo que paso todavía la extraña y una parte de el (su lobo) aún espera que ella vuelva a su lado.

Él sabe que tardará mucho en olvidarla, después de todo hasta hace muy poco mostraba orgulloso su marca, la presumía delante de todos, pavoneándose y regodeandose ante todos de tener una buena mujer a su lado, por supuesto el es consciente de que eso quedó atrás. 

Actualmente Robert trata de ocultar lo más que puede la parte trasera de su cuello, le avergüenza la idea de mostrar una vez más un cuello sin marca, para el es un fallo completo como hombre omega.

Otra cosa que le molesta es su omega interno, tan sumido estaba el bastardo en su propia miseria y tristeza que parecía no importarle en nada que estaba ahogaba a Robert en una marea de sentimientos negativos, el podía superarlo, lo sabía, pero si su omega no cooperaba entonces poco podía hacer, los únicos momento en los que se molestaba en hablarle solo era para reclamar sobre su ausente alfa y la perdida del lazo.

Esto ya era demasiado para Robert, la depresión de su omega y también la suya propia lo dejaba noches sin dormir por llorar y casi sin fuerzas debido a todo el estrés que llevaba sobre si mismo.

Sus médicos le dijeron que poco a poco iría mejorando solo había que darle tiempo, pero Robert sabía que no había tiempo por que se estaba muriendo, su omega se estaba muriendo, la perdida del aroma era prueba de ello.

Solo queria que todo esto terminara.
- Robert - lo llama Xavi, el omega aturdido lo mira - es hora de que conozcas al resto de los jugadores, síguenos - colocando una mano preocupada sobre su espalda lo insta a comenzar la visita por el estadio.

Caminan juntos por los pasillos mientras charlan amenamente entre una mezcla de polaco e inglés, ambos hombres tratan de responder las dudas del omega.  

-Tenemos bastantes jóvenes entre nosotros, algunos todavía son cachorros sin presentar - Lewandoski mira sorprendido al beta.

- ¿Como es posible que acepten cachorros dentro del equipo? - pregunta curioso - ¿no deberían al menos haber pasado por su primer celo? Al menos así es como funciona en Polonia y en el Bayern.

- No - le contesta Joan - aquí en España basta y sobra con que cumplan la mayoría de edad para sacarlos a jugar, más adelante dependiendo de su cuerpo se exige otro tipo de rendimiento.

- Oh, creí que todos teníamos el mismo entrenamiento.

- Todos tienen el mismo entrenamiento - Xavi le señala la entrada al campo - se les exige lo mismo, pero a veces por sus fallas médicas se les pide otro rendimiento. Te llevarás bien con ellos, ya lo verás.

Asintiendo Robert mira a su alrededor maravillado el Camp Nou es mucho más grande de lo que se esperaba.

Lewan enseguida escucha los gritos de los jugadores, mira divertido como se empujan entre ellos, jugando.   Robert se ríe, parecen niños pequeños.

Xavi niega con la cabeza pero muestra una pequeña sonrisa.
En seguida les grita que se formen para saludar, todos se sobresaltan pero corren apresurados a su encuentro, se colocan formando una fila obedientemente, mirando atentamente al alfa y al beta mientras le echan miraditas de reojo al omega.