Epílogo

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Soobin.

Soobin.

Soobin...

¿Porque maldita sea no estaba el contacto de Soobin en ese teléfono?

Quiso golpearlo contra el piso, pero eso no le iba a servir de nada, era su última oportunidad.

Y cuando por fin decidió llamar a la policía, aunque la línea fallaba constantemente. De forma inesperada, una mano le arrebato el teléfono.

—Ya basta de juegos. —Yeonjun casi se tiró a matar por el, pero las sogas  con las que estaba atrapado no lo dejaron ir muy lejos— Buen intento, otra vez.

—Eres un hijo de puta. —trato de escupirle, en un fallido intento la saliva termino justo al lado del zapato de Choi Beomgyu— Te odió.

—¿No te sabes otra? Ya me canse de escuchar lo mismo todos los días.

—Cinco meses ¡Cinco meses! ¿Porque no me matas de una vez? —exclamo molesto.

Hasta ese punto ya no sabía porque estaba ahí si no pensaba dejarlo libre.

—Ya lo habría echo si quisiera, es tan fácil como apuntar, quitar el seguro y jalar el gatillo. No soy un asesino. —camino con libertad por toda la habitación, llegó hasta la mesita donde solia sentarse para platicar con Yeonjun y tomo un bote de pastillas— pero si tantas ganas tienes de morirte, muérete. —se las arrojó provocando que se abrieran y terminarán por todo el piso.

—Se van a dar cuenta tarde o temprano. —Yeonjun tomo el botecito y lo volvió a arrojar contra Beomgyu.

—Tal vez, cuando encuentren tus restos en el parque ¿y sabes que? Ni siquiera sospecharan de mi.

—¡Di mi vida por ti! —volvio a jalar de la soga, pero solo era por rabia, puesto que sabía que no se safaria solo con eso.

—¡No! —Beomgyu se acercó, quedando lo más cerca posible, pero en un punto seguro, dónde Yeonjun no podía alcanzarlo— Diste tu vida por Hueninkai ¿crees que no lo sé? ¿Si sabes que ser el chico perfecto no es tan perfecto? Porque cuando llegue a ustedes ya estaba cansado, harto de que me hicieran a su antojo, ¿y que paso? Escuché las porquerías que decías de mi, mientras fingias que podíamos ser grandes amigos, siempre supe todo, cómo me hacían quedar mal y molestaban disimuladamente, no se me olvida, yo lo intentaba mientras a ustedes les importaba poco como me sentía... Al fin y al cabo no fui como los rechazados, y enserio que tienen rencor. —se agachó poniéndose en cuclillas—  Un chico perfecto para un grupo perfecto ¿no crees? Tienes que tener cuidado, no puedes confiar en quien sea, ni en tus propios amigos. Disfrute tanto ver cómo se caían a pedazos.

—¡Apenas me safe de aquí te voy a matar yo mismo! —perdio paciencia tratando enserio de alcanzarlo— Te van a encontrar, se que si, y estaré riéndome desde lo más alto. —Beomgyu se levantó, lo miro con indiferencia y camino hacia la salida de esa habitación, que formaba parte de un edificio abandonado, donde Taehyun y él solían ir a explotar y pasar el rato. Y apenar de que nadie podría oírlo, Yeonjun no dejaba de gritar— ¡No importa donde esté, me voy a reír fuerte cuando te vea pudrirte en la cárcel!

—Buena suerte con eso Choi Yeonjun. —solto una risa amarga antes de dejar aquel lugar, como siempre hacia cada madrugada.

Missing beomgyu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora