𝓛𝓲𝓽𝓽𝓵𝓮 𝓑𝓾𝓷𝓷𝔂 [ₕₒₚₑᵥ]

14

Taehyung despertó abruptamente por el tono de llamada de su teléfono, eran las 3 de la mañana, ni siquiera se molestó en ver de quien se trataba y contestó.

—¿Sí?— dijo adormilado el lobo gris.

—T-tae, te desperté, ¿Verdad?— la voz agitada de Hoseok sonó del otro lado de la línea.

—Ah, sí, pero no importa, ¿pasa algo?— preguntó el menor ya despierto por completo, tenía miedo de que algo le haya pasado a su pareja.

—Es mi celo, acaba de llegar— el conejo sonó apenado del otro lado de la línea.

—Oh,entiendo... i-iré para allá de inmediato— Taehyung sintió sus mejillas calentarse —Bueno, dónde te encuentras?

—Tuve que venir a un hotel, es lo que usualmente hago, no me gusta estar en la casa junto a todos los demás cuando esto pasa.

—Pasame la ubicación y yo llego— Taehyung hablaba mientras comenzaba a arreglar sus cosas y a abrir la regadera de su baño para darse un baño express.

—De acuerdo, ten mucho cuidado por favor.

—Lo tendré, recuerda que mis padres ya me prestan uno de los autos sin restricción.

—Okay, te veo— la voz de Hoseok sonaba más y más agitada, cosa que solo emocionaba más al menor.

La llamada terminó y Taehyung se dedicó rápidamente a darse un aseo, quería oler bien para su primera vez con Hoseok; los nervios comenzaban a apoderarse de su pobre cuerpo, sin embargo no se echaría para atrás, él quería hacerlo y Hoseok lo necesitaba.

Guardo dos mudas de ropa en una pequeña maleta junto a otros artículos de aseo personal, no tenía ni la menor idea de cuántos días duraban los celos de los conejos, pero tenía que estar completamente preparado.

Con la mayor discreción y silencio que pudo, se dirigió hasta la puerta y rezo para que su familia no escuchara el sonido del motor del automóvil. Colocó la ubicación que le mando su pareja en el mapa y emprendió su camino.

Hoseok se encontraba en el pequeño cuarto de hotel que había pagado por los siguientes tres días en los que su celo se apoderaba de su cuerpo.
Conforme los minutos pasaban solo podía sentir cómo su cuerpo se calentaba más y más, lo único que podía pensar era en su precioso lobo y lo mucho que lo quería tener junto a él, besarlo, lamerlo de pies a cabeza... Dios, Hoseok estaba volviéndose loco.

Daba vueltas como loco de un lado a otro esperando a su novio y haciendo su mayor esfuerzo para contenerse en cuanto lo viera, por más caliente que se encontrara, no quería asustar ni mucho menos lastimar a Taehyung.

Su teléfono sonó, era el lobo avisándole que se encontraba fuera del hotel. En cuestión de escasos minutos el menor ya se encontraba fuera de la habitación. Taehyung podía sentir como las fuertes feromonas del conejo llegaban hasta su nariz; cuando la puerta se abrió, la sensación se volvió aún más intensa.