Pov Narrador.
— Poché! Amor escúchame!.
— Quiero estar sola.
— No hagas esto por favor.
— No quiero decirte algo que luego me vaya a arrepentir.
— No te vayas.
— Calle...
— Amor, llevamos 7 años de casadas, un chisme sin fundamento que al final resulta siendo eso, un chisme, nos aleje, quédate, hablemos.
— Necesito pensar...
— No! No lo necesitas, necesitas escucharme, creerme, a mi! Yo soy tu esposa!.
— Pero es que, todo dice lo contrario.
— Todo esto tiene que ser un plan de Laura, Dios, no se cansa después de tantos años, no logra entender que me elegiste a mi! Que me amas a mi! No a ella!.
— Calle tu viste esas fotos.
— Y por eso te voy a explicar, acaso crees que no hubiera hecho algo si fuera cierto, Poché, te amo! Nunca me atrevería a faltarte a ti, a nuestra familia, a nuestro matrimonio.
— Baja la voz, las niñas se pueden despertar.
— Hablemos, escúchame por favor...
— Vamos a la biblioteca.
Ambas mujeres fueron a la habitación mencionada, cada una por su lado, la castaña se maldecía internamente, como pudo caer en un juego tan bajo, tenía años de experiencia en no dejarse en engañar pero, odiaba tanto a Laura por querer separarla de su esposa.
— Te escucho.
— Eso paso hoy en la mañana, ves que cargo la misma ropa, Sebastian me llamo temprano diciendo que necesitaba de mi ayuda, su voz se escuchaba diferente, incluso estaba llorando, me pidió que dejara los malentendidos atrás y que por favor lo ayudara, alguien, según el quería hacerle daño.
La castaña contaba y la morena escuchaba y creía en su mujer.
— Lo vi muy mal, le dije que no podía... que aunque ya hubiera perdonado lo que él y laura habían hecho para separarnos, no podía arriesgar todo lo que construí así por así, su actitud se volvió extraña comenzó a mirar hacia mí, pero no era a mi que miraba, rato después me miró y dijo que lo entendía, y que no me obligaría a nada, se levantó de su asiento y yo hice lo mismo para retirarme, no tenía nada que hacer ahí...
Flashback.
— Entonces no te detengo más, y gracias por venir...
— Fuiste un gran amigo, hasta que bueno...
— Lo sé...
— cuídate Sebastian y perdón por no poder ayudarte.
— Me das un abrazo?.
La castaña se acercó a él y lo abrazó, cuando se iba a separar, el castaño la tomó por sorpresa e intentando besarla, Daniela fue más rápida y por instinto giro su rostro haciendo que besara su mejilla.
— Perdón.
La castaña estaba furiosa.
— No debiste hacer eso Sebastian.
— Lo siento, de verdad..
La castaña se acercó mas a él y lo apuntó.
— Si intentas hacer algo que perjudique mi matrimonio, me vas a conocer.
La castaña amenazó, ella y su esposa se habían encargado de que su relación desde un principio no se viera afectada por terceros pero había dos personas que querían verlas separadas.
Sin más tomó si bolso y salió del restaurant.
Fin del Flashback.
— Cuando llegué a tu oficina para contarte, estabas ocupada, al paso de unas horas te llegó un sobre y perdón por eso también, pero la curiosidad me ganó y por instinto lo abrí, éramos, sebastian y yo hace un rato.
La morena se levanta y comienza a caminar para calmar su ira, tiro unas cosas que estaban en el escritorio y salió de la biblioteca.
Iría a buscar al pendejo y a enfrentar a Laura.
— Poché!.
La morena no la oía.
La voz de sus hijas la hace detener.
— Mami, que pasa?.
La morena se agacha a la altura de sus hijas.
— Poché...
La castaña suelta un suspiro al ver a su esposa aún en la casa.
— No pasa nada...
— Estaban gritando, algo pasa. Habló Isabel, la mayor.
— Solo estaba resolviendo unas cosas con su madre.
— Mentira.
— Ustedes nunca se gritan, díganme que pasa, a ambas.
Isabel se señaló y luego a su hermana.
— Mejor, vamos a que sigan durmiendo. Habló la castaña, tomó a su hija menor en brazos y la mayor se abrazo a su esposa.
Una vez llegaron a la habitación, las acostaron y volvieron a dormir, la castaña volvió a seguir a su esposa, quien había salido rápido de la habitación.
— Por favor...
La castaña la hizo girar en su eje y tomó su rostro en sus manos, se acercó mas a ella y la beso.
— Te creo mi amor, pero si no hago algo ahora, ellos seguirán lastimandonos.
— Lo que necesitaba era que me creyeras, ellos no importan, vamos a la habitación, vas a tomar una ducha y haré un masaje para que te relajes, quédate conmigo...
La morena la besó.
— Perdón por como actúe al inicio.
— Yo hubiera actuado igual, vamos.
— No dejaré que nadie nos dañe, luché tanto por la familia que formamos y nadie se dará el gusto de vernos separadas, te amo y siempre creeré en ti.
Fin.
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Pikos en sus colas.
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ONE SHOTS CACHÉ | SEGUNDO LIBRO
FanfictionLas ideas en mi cabeza siguen y es por eso que está este libro, encontrarás de todo un poco sabiendo muy bien que me gusta el drama. Les invito a leer y a pasarse por mis otras historias. - Pam.