9.[La de la mala suerte]²

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María José está esperando a que le abran, está vez no cargaba llaves, había venido apenas su abogado le dijo que por fin su divorcio había salido y ambos estaban separados, mes y medio después, cuando se tiene dinero las cosas se hacen rápido y eso agradecía la morena.

- Quién?.- pregunta la castaña.

La morena se hace a un lado para que no la vea o si no sabía que no le iba a abrir y como no le contestó volvió a preguntar y la morena respondió que era el portero, entonces la castaña le abre pero apenas la ve al otro lado trata de cerrar la puerta nuevamente pero no pudo porque ya medio cuerpo de María José estaba evitando que lo hiciera.

- Dani, por favor, tienes que escucharme.- dijo viéndola como tomaba de una botella que traía en manos.

- No... no, quiero...- se volteó empezando a caminar a la sala.- No... quiero escucharte, así que... así que ya, puedes irte.

- Mi amor, escúchame por favor.- la detuvo tomándola de sus hombros y haciendo que la mirase y tragara grueso.

Negó.

- No tienes derecho!.- se separó de ella.- No tienes... no tienen ningún derecho, y... y no quiero escucharte, porque... porque si lo hago volveré a creerte, volveré a perderme en tus ojos, en tu voz, porque te amo pero me haz hecho mucho daño.- la mira.- Solo déjame en paz, déjame y ni me lastimes más... por favor.- se sentó en el sofá llorando y la morena se acerca a ella.

El corazón de la morena se hacia más chiquito, como pudo dejar que la persona que más amaba y que la amaba sufriera de esa manera, quisiera regresar el tiempo y divorciarse apenas la conoció, nada de esto estuviera pasando, pero su cobardía la tiene aquí y ahora viendo esa escena que la parte, pero iba a hacer las cosas bien, a partir de ahora las iba a hacer porque la chica de ojos hermosos se lo merecía.

Daniela sigue bebiendo de su botella sin importarle que la morena estuviera a su lado, si quería verla como estaba pues ahí lo tenia, estaba destruida, María José luchando contra sus pensamientos en que si debería o no decide acercarse más a ella.

- Mi vida...- le quitó la botella que traía en sus manos y la abrazo.- no llores chiquita, perdóname, perdóname por favor... te voy a explicar todo, pero ahora no, ahora vas a dormir.- hablaba mientras la tenía abrazada y acariciando su cabello, la castaña negaba y seguía llorando.

- Por qué lo hiciste? Por qué me mentiste de esa manera?.- preguntó tratando de ponerse erguida para poder observarla.

- Ahora todo lo que diga sonará como excusa pero te juro que no es, es la verdad, te lo diré... hablaremos pero primero quiero que duermas, hay mucho alcohol en tu cuerpo ahora.- decía mirando a su alrededor donde una botellas estaban esparcidas ya vacías y en la mesita que estaba a un lado había otra llenas.- Así que vamos, levántate... vamos a la habitación.- trata de ayudarla a caminar hasta el cuarto, Daniela se sostiene de ella pasando su brazo por los hombros de la morena.

No sabia porque lo hacía, lo único que sabía es que mañana despertaría sobria y no querría ver a la morena cerca de ella, pero ahora que estaba completamente en manos del alcohol no dejaba más que dejarse guiar por María José.

- Te amo... aunque quisiera sacarte de mi por completo, no puedo... no logro hacerlo, que me hiciste?.- pregunta entrando a la habitación. La morena la ayuda a sentarse en su cama, le iba a dar un baño y que descansara.

- Estás borracha mi amor... no vamos a hablar así, tampoco quiero que dudes que te amo con todo mi ser.- decía mientras le quitaba la blusa dejándola en sostén.

- No... no estoy borracha.- la morena la mira como diciéndole, sí como no.- Bueno puede que esté un poquito mareada... pero ya no sabía que hacer para olvidar que la persona que más he querido me lastimó tanto.

ONE SHOTS CACHÉ | SEGUNDO LIBRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora