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Grecia; Atenas

Año 840.

A medida que bajaban más fría era la temperatura, pero ellos ya estaban acostumbrados.

Nadaban con fuerza para llegar más profundo hasta que está ahí enfrente de ellos, el barco abandonado que había visto hace días.

—Isa está ahí. — Señalo y fue el primero en llegar.

Los ojos del joven tritón recorrían todo el lugar hasta que algo llamara su atención, era tan emocionante no todos los días se podían permitir explorar.

—Espera y si es peligroso, ¿has pensado si alguna de estas cosas es tóxica? — Explicó la pelirroja con algo de miedo.

—No pasara nada, estoy aquí. — Dijo sin mirarla ya que sus ojos estaban atentos al lugar.

Hasta que lo encontró algo tan inusual algo nuevo.

—Mira esto. — Lo tomo entre sus manos y lo miro con mucha curiosidad.

—¿Qué es eso? — Ella también se acercó a ver de cerca.

Era tan raro, era blanca con algo de profundidad, pero rodeada para que no saliera el líquido o algo así, también tenía algo para sostenerla en los dedos es una de sus esquinas, para una persona normal una taza de porcelana, pero Levi jamás había visto algo igual, era precioso.

—¿Me preguntó para que servirá? — Pregunto el azabache.

—Es un cachivache. — Dijo Isabel.

—¿Un cachivache? — Miro de nuevo el objeto en sus manos.

—Si un cachivache, lo usan para la cabeza. — Dijo muy segura.

—¿A si? ¿Cómo sabes? — Levi aun no estaba muy convencido.

—Lo usan muchos marineros no lo has visto. — Aseguro Isabel.

Levi lo puso en su cabeza, pero aún no entendía para que lo pusiesen en la cabeza.

Un estruendo se escuchó por todo el lugar sacando de la pequeña burbuja a los dos, sabían que estaban en peligro.

—Hay que irnos, vámonos Isa. — Levi guardó sus cosas en la pequeña bolsa que tenía y tomo la mano de Isabel para que lo siguiera.

Al alejarse un poco del barco vieron a un Harocar uno de los Carcharodon carcharias más peligros del océano tenían irse rápido de ahí si no querían ser comida de ese Harocar.

Levi hizo un ruido con la boca para llamar a su Dae y salir rápido de ahí, nadar no tenía caso, la criatura no está lejos, pero al escuchar el llamado de Levi fue lo más rápido que pudo.

—Isa dame la mano. — El Dae llegó, se sujetó bien y extendió su brazo hacia la menor para escapar.

Las aguas del océano eran tan peligrosas si no sabías nadar en ellas.

Pero afortunadamente ellos salieron vivos de esa situación, llegaron a la gran fortaleza debajo del océano.

Era un lugar tan apartado de la civilización humana que sería imposible que descubrieran el lugar donde vivían. Esta se dividía en dos partes una debajo del agua y la otra en la superficie en la pequeña isla.

Por varios acontecimientos de sus antepasados los tritones y sirenas tenía la habilidad de convertir su aleta en un par de piernas humanas, pero esto no era tan fácil. Esa habilidad no era tan fácil de lograr, solo se lograba cuando se tenía una fuerza mental y física para soportar la metamorfosis.

𝘖𝘊𝘌𝘈𝘕.                                        𝘌𝘳𝘶𝘳𝘪.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora