𝙍𝙀𝘿 ; Park Joong-Gil

two

En algún lugar de Seoul.

EUN-SOO SE ENCONTRABA junto a Na-young en una cafetería llevaban diez días escapando del equipo de escolta, trataba de ayudar a su amiga bajita a esconderse, llegaron a una de las muchas cafeterías de la zona en cuanto la castaña reconoció a uno de los chicos que discutió con Joong Gil ese día en el hospital no dudo ni un segundo en contarle a Na-young y ahora se encontraban espiandolo.

— ¿A quien estamos viendo? — cuestiono Na-young.

— ¿Vez a ese chico de ahí? — Eun-soo apunto disimuladamente a un chico alto y castaño quien pedía su orden frente al mostrador del local, Na-young asintió — bueno, el estaba ayer junto a las personas de la empresa, si hablamos con el y nos lleva con el equipo de control de riesgos ellos podrían ayudar a tu esposo.

— Entonces no perdamos tiempo — antes de que la castaña dijera algo, Na-young ya se había alejando a hablar con el chico, quien al principio estaba evitando el ver a la bajita pues está era una fantasma y claramente sería raro hablar en un lugar público.

Cuando el chico pareció ceder, efectivamente las personas a su alrededor se preguntaban que carajos le pasaba y porque hablaba con la nada, Eun-soo se acercó mientras los otros dos parecían chocar sus manos repetidamente, la castaña los separó y bajo el brazo del chico llamando la atención de ambos.

— Están llamando la atención de los humanos — susurró.

— Lo siento, Eun-soo — se disculpo Na-young.

— ¿Ustedes conocen a nuestro equipo? — pregunto mientras su rostro parecía de asombro.

— Soy una emisaria — menciono pero rápidamente cambio sus palabras — bueno, fui una emisaria.

— ¿Trabajaste en la compañía? — la castaña asintió a lo que el chico coloco su mano derecha en su boca al parecer estaba sorprendido.

El chico los llevo a ver a Ryung gu y Ryeon, la castaña estaba comenzando a aceptar que estaba volviendo al lugar que alguna vez vio como un hogar y del que escapó cuando tuvo la oportunidad, pero si quería ayudar a Na-young debía involucrarse.

— Joon woong, involucrarte con un alma fugitiva causa problemas — regaño Ryung gu.

Eun-soo mantenía su cabeza gacha pues Ryeon no dejaba de verla, obviamente la reconocía no había cambiado nada en tantos años.

— Al haber sido una emisaria al menos tu deberías saberlo Eun-soo — hablo Goo Ryeon haciendo que la mencionada la mirara por pocos segundos para luego bajar su vista.

— Es mi amiga, al menos escucha lo que tiene que decir.

— Se que no debemos pero, sabe de nuestro equipo y quiere decirnos algo — Na-young rápidamente se acercó a ambos y junto sus manos en forma de súplica.

— ¿Podrían ayudarme? — cuestiono con preocupación en su voz — por favor.

— Ya estás muerta, debiste irte rápido al más allá — hablo Goo Ryeon, Eun-soo miro a otro lado aguantandose no queriendo contestarle de mala manera por sus frías y duras palabras — ¿Primero huiste y ahora nos pides ayuda?, ¿Que puedes hacer?, Eres solo un alma.

— No puedo partir así.

— Señora, al menos escuchela, por favor — pidió Joon woong.

— No, llama al equipo de escolta de una vez — Eun-soo apretó su puño con enojo, ¿No iban a hacer nada?.

— Siempre tiene que ganar el equipo de escolta — susurró Eun-soo más para si misma.

— Por favor, por favor — rogó Na-young, la castaña tomo la mano de su amiga como forma de reconfortarla.