Virus

Corre

Su cabeza palpitaba debido a la agitación doble que hizo al correr, Lita era una de la mejores deportistas de su clase únicamente superada por Seiya Kou y seguida de cerca por su amiga Minako, los tres siempre encabezaban ser los mejores en las disciplinas deportivas. Por otro lado Amy era buena en la ciencia y demás áreas académicas pero en cuanto se trataba de deportes era todo un desastre junto a Serena, lo que menos deseaba en ese momento era enfrentarse a zombies fuera de los videojuegos. Amy apretó su mano al darse cuenta del cansancio de la castaña, ambas habían huido del campus dejando atrás un pequeño grupo que trato de alcanzarlas en el portón principal, para ambas fue horrible observar la ciudad destruida, personas aún tratando de huir en sus autos, el corazón de Amy se estremeció del miedo al ver una ambulancia chocada contra varios autos y pudo ver como aquellos seres se abalanzaron contra los heridos. Lita trato de cortar todo el camino posible arriesgándose entre algunos callejones donde solo encontraron perros y gatos ocultos temblando del miedo pero al llegar a una de las cuadras donde deberían separar sus caminos se encontraron de frente con un grupo de aquellos seres de pesadilla deambulando.

—¿Qué haremos?—la pregunta de la peliazul no fue sorpresa para ella, aquello mismo se preguntaba ella en ese instante—: reaccionan al ruido pero, ¿Hay algo más?

—No lo sé—instintivamente la castaña olió su ropa encontrándose en ella el olor a sudor y su perfume mezclado—: cuando te diga que debes correr, corre como si tú vida se fuera en ello, no te detengas así sientas que tus pulmones explotarán.

—Lita...—la castaña tomo del suelo una lata de refresco, apunto hacia uno de los autos esperando que el golpe accionará la alarma atrayendolos y dándoles la oportunidad de huir. Amy la abrazo fuertemente—: lo siento por retrasarte...

—No importa, eres mi amiga. Prepárate—dio un largo suspiro antes de lanzar la botella aprovechando el fuerte sonido de las alarmas de dos autos—: ¡Corre Amy!

Tanto ella como la peliazul aprovecharon el momento para alejarse en las direcciones que les interesaban, las piernas de Amy parecían temblar como la gelatina entre cada paso que daba buscando no caer entre los escombros de las vitrinas de las tiendas y artículos de algunas compras tiradas en el suelo. Miro hacia atrás por un segundo viendo como su amiga se perdía en una de las esquinas.

Agradeció internamente la ayuda de Lita y mientras corría trataba de llamar a su madre esperando una respuesta positiva.

Se detuvo al oír una voz provenir  entre uno de los callejones, su cuerpo temblaba al oír los pasos acercándose. Sus labios llenos de sangre y sus ojos en blanco, su ropa desgarrada le hizo estremecer.

—n–no debo detenerme...—miro a todos lados dando media vuelta volviendo a correr siguiendo su instinto de supervivencia, aunque buscaba alejarse podía sentir como aquel ser corría detrás de ella. No deseaba morir, se arrepentía por no haber obedeciendo a Lita o ir con ella en lugar de empeñarse en ir con su madre sin saber si era lo correcto. Sonrió levemente al ver el edificio del hospital.

Mamá.

Amy quería llorar al ver la entrada al hospital destruida así como algunos autos incendiándose después de haber chocado contra las ambulancias estacionadas, con su corazón martillando fuertemente contra su pecho entro aquel sitio sin importarle ver las paredes manchadas de sangre, las sillas tiradas y los ascensores abiertos. Dio un vistazo atrás sin encontrarse con aquel ser que la perseguía. Corrió a las escaleras dispuesta a subir, no deseaba usar el ascensor pensado que al abrir en el tercer piso podría encontrarse con algo que no deseaba.

Sus piernas temblaban al subir los escalones, pensó en todos los civiles allí hospitalizados, los niños en la sala de pediatría. Sus ojos se llenaron de lágrimas al imaginar que nadie pudiera salir de ese sitio, —¿Dónde estás mamá?—. No pudo evitar hacerse nuevamente esa pregunta, al llegar al primer piso se encontró con el pasillo desolado y en las mismas condiciones de planta baja. Nerviosa corrió hasta el pasillo que daba a las siguientes escaleras, el sonido de algo caer llamo su atención.